Victoria Muñoz Jiménez: La Alhambra es un manantial inagotable de arte
Tres minutos antes de la hora acordada, Victoria Muñoz Jiménez llega a la cafetería donde hemos quedado para hacer la entrevista. Cinco minutos después de hablar con la autora de ?Huyendo a Granada?, se puede constatar lo detallista que es y el profundo amor que siente por la ciudad donde nació, algo que se puede apreciar muy bien en las páginas de esta novela, seleccionada para la segunda sesión del Club de lectura de la Alhambra, que se realizará en el Maristán, el jueves 23 de mayo.
Eres muy detallista cuando escribes. En ?Huyendo a Granada? el lector puede casi oler los panes que hornea Bashira, la protagonista de la historia, ¿siempre has sido así de imaginativa y descriptiva o es algo que te ha dado tu formación como profesional en filología románica y filología inglesa?
Las dos cosas. La curiosidad por conocer más siempre la he tenido, pero la he mejorado con mi formación, ser filóloga también me ha ayudado. A mi me gustan los libros que me permitan imaginar lo que estoy leyendo, disfruto mucho de las descripciones; además la descripción en la escritura es como el color en la pintura, la llena de vida y hace que el lector se haga una idea del personaje, que pueda contemplar el paisaje e incluso hasta sentir la harina en las manos.
¿Cómo nació esta novela? ¿Cuál fue la chispa de inicio para desarrollar la historia?
Podría decir que ?Huyendo a Granada? nació de manera casual.
En un viaje familiar que hice a Benamahona descubrí que en las fachadas de las casas había azulejos que narraban un poco la historia del pueblo y descubrí que ese lugar formaba parte del Reino de Granada. Me enamoró ese lugar -a mi siempre me ha gustado la novela histórica- y ahí fue donde tuve el estímulo creativo de decir ¡tengo que escribir algo! Una novela que tenga un personaje (no sabía sí sería un chico o una chica, pero días después, en el mismo viaje, supe que sería una mujer) que se fuera de Benamahoma a Granada, porque tenía claro que la historia continuaría aquí. Encontré la razón y además quise, de alguna manera, que estuviera relacionada con problemáticas que hoy como sociedad tenemos presente, que es el derecho de una mujer a poder decidir qué quiere hacer con su vida y con quién.
¿Y qué pasó cuando el viaje termina y llegas a Granada?
En Granada tenía que encontrarle una vida nueva a la protagonista. Primero tenía que responder por qué llega aquí, porque al comienzo de la novela vemos que su objetivo no era esta ciudad pero las circunstancias en el camino hacen que todo cambie. Y aquí quiero que sea ella (Bashira) que de su mano vaya llevando al lector por distintos lugares de Granada; para ello fui creando la estructura con los personajes para desarrollar la trama, hasta llegar al final de la novela.
¿Tenías claro el final de Huyendo a Granada antes de terminarla?
Si. Antes de empezar a escribirla tenía claro el final. Me pasa con todas las novelas.
Son muchos los temas que abordas en esta historia. La reinvención es uno de ellos. Lo vemos por todo lo que atraviesa la protagonista y la fuerza de no entregarse ante las vicisitudes. ¿Crees que todos los seres humanos tenemos el poder de cambiar el destino de nuestras vidas?
Yo creo que la posibilidad de reinventarnos la tenemos todos, otra cosa es que contemos con la ayuda necesaria para poder hacerlo. Es verdad que Bashira se encuentra con una serie de circunstancias que la ayudadan a reinventarse, pero también es cierto que es una mujer resuelta, valiente y que dice «no me conformo, voy a luchar y tengo que salir adelante porque mi vida ahora es esta». Y así como creo que el poder de la reinvención lo tenemos todo, también creo que hay gente que le puede más el miedo que la resolución.
Bashira encuentra gente buena, pero también consigue personas muy malas en el camino, sin embargo, en la novela, da la impresión que la escritora siempre se aferra a lo bueno, a lo positivo. ¿Así es como Victoria Muñoz ve el mundo?
Yo el mundo lo veo así. Creo que la gente que hace daño es una minoría, lo que pasa es que hace más ruido. Enciendes la televisión y en el telediario lo que aparece son noticias terribles de guerras, robos, delincuencia. Por desgracia las buenas noticias venden poco. Yo creo que somos más –me quiero incluir ahí- los que vemos el mundo de forma positiva e intentamos arrimar el hombro para que funcione.
Si digo la Alhambra ¿qué es lo primero que piensas?
La Alhambra para mi es una invitación a crear, sin duda.
Cuando sus artífices pensaron que estaban construyendo la residencia del sultán jamás se imaginaron que estaban creando un manantial de arte. La Alhambra y el Albaicín son arte en sí, pero es que va mas allá. Es tanto lo que se ha creado a partir de estos dos monumentos que tenemos en la ciudad de Granada ? fotografía, pintura, cine, literatura- que mires por donde mires tienes un montón de expresiones artísticas surgidas a partir de estos dos lugares.
La Alhambra es un manantial inagotable de arte, de creación, un estimulo para la creatividad y un paraíso en el que perderse.
Entrevista realizada por Betty Hernández.