Una carta escondida
En el Museo de la Alhambra se trabaja sobre grandes hechos históricos y con piezas de gran valor, se hacen importantes investigaciones y se documentan objetos significativos. Pero a veces ocurren también pequeños hechos, que, aunque anecdóticos, resultan curiosos. Y esto es justo lo que pasó hace unos días. Actualmente se está llevando a cabo la movilización de las grandes piezas de madera del almacén del museo para fotografiarlas a alta resolución e integrarla en el Sistema Integrado de Documentación y Gestión Museográfica Domus. Este proceso lo compartimos precisamente a través de nuestro perfil en Instagram.
Momentos después de subir esta foto, en esa misma pieza que se estaba moviendo, una cubierta de madera procedente de la antigua iglesia de San Gil de Granada, muy bien escondida en uno de sus huecos y perfectamente doblada, había una carta redactada el 29 de agosto de 1921 desde el pueblo de Sorvilán, en la Alpujarra granadina. En la misiva, escrita un lunes con la intención de que se leyera al día siguiente, Pepe escribía a Emilia y le decía que el miércoles, junto a unas uvas que recibiría un tal D. Antonio, habría una carta para ella. Pepe insistía, antes de despedirse afectuosamente, en que si el miércoles el transportista no llevaba las uvas, que no le preguntara por el tema al otro que iría el jueves.
¿Cómo llegó esta carta a un artesonado mudejar que pasó a formar parte de los fondos del museo en el año 1991 y que previamente estaba colocado en el techo de una iglesia? ¿Quién escondió la carta tan concienzudamente como para que haya estado más de 90 años sin que nadie la descubriera?, ¿Llegó Emilia a leer estas letras, y por tanto, a recoger la misteriosa segunda misiva que Pepe le mandaba junto con las uvas?? Pequeñas anecdotas que nos quedan sin resolver y una carta que refleja las curiosidades de nuestro trabajo cotidiano. La carta pasará a formar parte del Archivo de la Alhambra y, quién sabe, si algún día se sabrá cómo llegó a estar escondida en un sitio así. ACTUALIZACIÓN: Familiares de la pareja protagonista de la carta se han puesto en contacto con el museo para informar que Pepe y Emilia eran un matrimonio que trabajaban como conserjes en la Casa de Castril, sede en ese momento del Museo Arqueológico de Granada y lugar en el que en aquel entonces se custodiaba la armadura en la que se encontraba escondida la carta. Algunos de los secretos de esta carta empiezan a conocerse. Para saber más sobre el tema, se puede oir la entrevista realizada a la conservadora jefa del museo, Pura Marinetto en el programa de RNE ?Esto me suena?, a partir del minuto 33?45?. Entrevista a Pura Marinetto en relación a la carta de Sorvilán en ?Esto me suena?