Una Alhambra para todos

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la Obra Social “la Caixa” y el Patronato de la Alhambra y Generalife han presentado un estudio que tiene como objetivo mejorar la accesibilidad del conjunto histórico y monumental, en especial para las personas con discapacidad.

El informe ha sido elaborado por el Estudio de Arquitectura Rovira-Beleta, especializado en accesibilidad y barreras arquitectónicas, que ha contado con una inversión por parte de la Obra Social "la Caixa" de 89.000 euros. El estudio estima que el presupuesto previsto para mejorar la accesibilidad al Monumento es de� 1.254.621,30 euros y su cumplimiento corresponderá a lo contemplado en el Plan Director de la Alhambra, cuyo horizonte de ejecución está marcado entre 2007- 2015.

Actualmente, el monumento recibe más de 2.000.000 visitas al año, y de éstas, 150 diarias son de personas con movilidad reducida para personas con grandes discapacidades físicas, intelectuales y sensoriales (vista y oído).

Las conclusiones del estudio

Las propuestas de actuación de este estudio, encargado por la Fundación “la Caixa” y el Patronato de la Alhambra y Generalife, demuestran que existe la posibilidad de que más de un 70% del conjunto monumental pueda ser accesible o mejorar su actual accesibilidad. Se trata de un estudio pionero y novedoso en su género al abordarlo en un Bien de Interés Cultural (BIC) que tiene, además, la condición de Patrimonio Mundial.

Las soluciones propuestas por los arquitectos son de arquitectura efímera, para incorporar la accesibilidad de forma desapercibida y respetando el monumento, con mobiliario urbano accesible o reparado, aseos accesibles y señalizados, y accesos que incorporen las ayudas técnicas y nuevas tecnologías en la comunicación, que permitan a todo el mundo utilizarlos y orientarse con comodidad y seguridad.

El estudio representa una mejora sustancial como Servicio Público Cultural al entender la experiencia del patrimonio en relación al visitante como solución aplicada y adaptada a sus necesidades, en especial las relacionadas con la accesibilidad, usabilidad y supresión de barreras arquitectónicas y en la comunicación, que serán una prioridad en los procesos generales de trabajo. El objetivo será conseguir que todos los espacios públicos deberán ser accesibles a personas con discapacidad tanto física, psíquica o sensorial.

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