Torre de las Armas
En el oeste de la colina de la Sabika, la más cercana a la ciudad, se alza la Alcazaba, donde la torre de la Vela domina la Vega y protege la medina palaciega de la Alhambra. Cuando el primer sultán nazarí del reino de Granada, Muhámmad ibn Yúsuf ibn Nasr ―Muhámmad I, conocido por los sobrenombres de al-Ḡālib bi-l-Lāh y Ibn al-Aḥmar― eligió la Sabika como sede del sultanato, existía un viejo castillo que, tras reformarlo, se convirtió en la fortaleza defensiva de todo el conjunto. Está constituida por varias torres y tres lienzos de murallas superpuestas, que crean un espacio interior donde habitaba el estamento militar, en el denominado barrio castrense.
Situada en el lienzo norte de la muralla, lindando con la plaza de los Aljibes, está la torre del Homenaje, una de las más elevadas de todo el conjunto monumental. Esta torre domina todo el perímetro de la Alhambra, y desde su terraza se puede contemplar, en el flanco derecho del interior de la Alcazaba, un camino de guardia que llega hasta la torre y Puerta de las Armas. En este recorrido están situadas dos de las estructuras más antiguas de la fortaleza: la torre del criado del Doctor Ortiz en primer lugar, y la torre de Alquiza, la más cercana a la torre de las Armas. Ambas torres fueron utilizadas como alojamiento de soldados y servidores de la corona en época cristiana, y fueron conocidas con el tiempo por los nombres de quienes habían sido sus moradores.
Al final del recorrido de la senda de vigilancia nos encontramos con la plaza de armas y la torre del mismo nombre. La torre de las Armas está formada por dos plantas, la primera junto a la puerta de entrada que da acceso hacia las caballerizas y a la plaza, y la segunda, con una vivienda que permite salir a la terraza y al baluarte, bajo el segundo lienzo de murallas que delimita la Plaza de Armas por el norte. La puerta de la Armas era la única de las cuatro grandes puertas exteriores de la Alhambra que, al principio de la época nazarí, comunicaba directamente con la ciudad de Granada, y por la que accedían los habitantes de la ciudad que acudían a hacer gestiones en la sede de la corte.
Las partes más bajas y más altas de las tres torres, la del Doctor Ortiz, Alquiza y torre de las Armas, están hechas de tapial, a base de argamasa y grava, y están flanqueadas por machones de ladrillos en las esquinas. Su material solo se diferencia por la mayor o menor cantidad de cal usada en la mezcla. La zona central de las torres es de mampostería de cantos rodados muy gruesos con argamasa de cal y arena, entre verdugadas de ladrillos. Las zonas de tapial destacan por el color rojizo de la tierra empleada en su confección, lo que hace que emerjan los óxidos de hierro a la superficie, dotándola de un color rojizo, produciendo el fenómeno denominado rubefacción, ese color era para muchos autores antiguos el responsable del nombre de la fortaleza.