Torre Quebrada
La torre Quebrada se ubica en el lienzo este de la muralla de la Alcazaba, entre la Torre del Homenaje y la Torre Hueca o del Adarguero. Se construyó en el siglo XIV, durante el reinado de Yusuf I, sobre una primitiva torre zirí dentro de un plan de ampliación del recinto alhambreño. En época cristiana fue habitada por diversos escuderos de la guarnición de la Alhambra, primero por Juan de Morales que le hizo abundantes adobos y reparos, y a continuación por Alonso Cantón, pasando largo tiempo en manos de esta familia, cuyos miembros formaron parte de la milicia que defendía la Alhambra, por lo que recibió el nombre de torre de Cantón.
Desde el siglo XVIII sirvió como parte de la prisión instalada en la torre del Homenaje. En el siglo XIX, el hundimiento de parte de la zona alta provocó una notable grieta que le otorgó el nombre de Torre Quebrada.
Arquitectónicamente se trata de una torre de planta rectangular, completamente maciza hasta la altura del cuerpo de muralla, a partir del cual surgen dos pisos y una terraza con almenas y merlones. Los arcos de la fachada, empleados para aligerar el peso de la torre, almacenan cantos rodados que sirvieron como munición de la artillería.
En 1835, tras el hundimiento de la parte alta de la torre, fue restaurada por el arquitecto Modesto Cendoya, y de nuevo a principios del siglo XX, en 1935 de la mano de Torres Balbás, que la dejó con el aspecto que hoy luce.
Entre 1968 y 1975, Francisco Prieto-Moreno la dotó de una estructura metálica interior, evitando la inestabilidad estructural producida por el excesivo peso de la obra moderna sobre los cimientos de la torre primigenia, causa principal de las grietas que adornan sus paramentos y le dan su nombre.
Al sur de la torre Quebrada se encuentra la Torre Hueca o del Adarguero del siglo XIII. Posee una planta de 48 metros cuadrados, y debió de tener una base maciza, pero quedó arruinada tras la conquista cristiana, vaciándose para dar entrada a la Alcazaba y quedando totalmente hueca por dentro, sin divisiones internas de plantas, de ahí el nombre por el que es conocida.
Siguiendo el recorrido del camino de guardia o adarve sur se sitúan las torres de la Pólvora y la Sultana. Esta última, situada directamente sobre los Adarves, es conocida también como Torre de los Adarves o del Arriate. Se trata de una torre de tapial hormigonado con mampostería encintada de origen almohade, muy restaurada, que posee una planta rectangular de casi 30 metros cuadrados y dos pisos en su interior, siendo parcialmente enterrada cuando, en 1540, se decide construir la plataforma artillera. Esta torre es similar a las del lateral norte y por tanto una de las más antiguas de la fortaleza.