Torre del Qadí
Anteriormente llamada torre del Candil, del Preso (s. XVI) y del paso de la Zorra (s. XVII y XVIII), la torre se encuentra en el lienzo de la muralla que recorre el noreste del recinto de la Alhambra.
La torre del Qadí es una torre militar, que forma parte del grupo de torres de vigilancia defensiva de la ciudad palatina. Estas torres servían para la inspección y repartimiento de la guardia que realizaba el control básico de la Medina desde el adarve alto de la muralla, en turnos que vigilaban los diferentes tramos de la misma. En su frente se encuentra la antigua entrada hacia el Palacio del Generalife y su principal función sería la de controlar el paso desde la Alhambra a través de las reales huertas.
La torre del Qadí controlaba también el flanco nordeste del sector de la torre de los Picos a través de la calle de ronda, protegida por grandes muros. La muralla que encierra la ciudad es transitable en su parte alta por un pasaje parapetado que conserva en algunos tramos almenas, al que se conoce como ‘el adarve’, para facilitar el recorrido de la guardia.
El adarve que recorre el sector de la muralla entre la Torre de la Cautiva y la Torre de los Picos, se ve interrumpido por la Torre del Qadí, obligando a la guardia a pasar a su interior, que dispone de una única habitación pequeña con tres ventanas y bóveda esquifada. A través de una estrecha escalera se asciende a la azotea, que ofrece una perspectiva única de todo el contorno.
Como la mayoría de las torres de la Alhambra, la torre del Qadí debió compatibilizar en época nazarí una función castrense con la residencial, constando documentalmente, ya en época cristiana, que estuvo habitada por soldados a partir del siglo XVI. La torre debió de sufrir bastantes daños a la salida de las tropas napoleónicas y a mediados del XIX se la describe en total estado de ruina.
La primera gran restauración de la torre del Qadí fue llevada a cabo por Modesto Cendoya entre 1915 y 1918. Antes, el mismo arquitecto había desescombrado, el foso hasta la torre de las Infantas. En 1934 fue de nuevo restaurada por Leopoldo Torres Balbás y en 1973, Francisco Prieto-Moreno arregló la cimentación de la torre.