¿Sabías que la Acequia Real debía recorrer más de seis kilómetros para llevar el agua a la Alhambra?
El abastecimiento de agua a la colina de la Sabika fue planificado desde el mismo momento que Muhammad I, el primer monarca nazarí, eligió este lugar para instalar su ciudad palatina en el siglo XIII. Para conseguirlo, los reyes nazaríes construyeron una presa o azud que derivaba parte del agua del río Darro y la condujeron mediante una acequia hasta la Alhambra.
En realidad, se trata de un complejo sistema hidráulico llamado de la Acequia Real o del Sultán, compuesto por un canal principal y un entramado de conducciones que parten desde un punto elevado del Cerro del Sol. Este sistema ha perdurado en gran medida hasta nuestros días.
La acequia principal toma agua de la presa en las proximidades del cortijo de Jesús del Valle, y recorre una distancia de 6.100 metros hasta poder alcanzar la Alhambra. La presa está situada a 838 m sobre el nivel del mar y aunque actualmente podemos encontrar una construcción moderna, su situación no es muy diferente a la primitiva.
Desde la presa y tras cruzar el río, la acequia discurre por la ladera norte del cerro colgada sobre el cauce del Darro, por su margen izquierda, con una pendiente del 3 por 1.000. Frente al llamado Carmen del Partidor se divide el canal en dos tramos bien diferenciados, aunque ambos van directamente al recinto monumental. El superior se conoce como Acequia del Tercio, mientras que el inferior recibe el nombre genérico de Acequia Real. El primero entra por el Pabellón Romántico, en la parte alta del Generalife y conduce su curso más allá del Albercón de las Damas, repartiendo sus aguas por huertas hoy desaparecidas y por espacios aledaños como; el Carmen de los Mártires, Torres Bermejas y el barrio de la Antequeruela.
El segundo penetra por el Patio de la Sultana y atraviesa el Patio de la Acequia para descender posteriormente hacia el recinto amurallado, donde entra a través de la Torre del Agua
En sus más de seis kilómetros de recorrido, el cauce de la acequia transita sobre el lecho del terreno, con refuerzos en los puntos más susceptibles de erosión, como barrancos y torrenteras. En grandes tramos, cuando era necesario, se encauzaba entre muros paralelos de tapial en cuyas juntas, para evitar pérdidas de agua, se aplicaba cal viva mezclada con desechos de lino y aceite. En algunas zonas el lecho está protegido con empedrado.
Una parte importante del ramal inferior de la acequia transcurre por túneles excavados en la roca madre, el conglomerado cuaternario de la Alhambra, de gran estabilidad para su mantenimiento, con aberturas aleatorias en el talud para su construcción y limpieza. Estos túneles tienen una longitud de entre 10 y 20 m, y oscilan entre los 0,50 y los 2 m de altura.
En su tramo final, al aproximarse y penetrar en la Alhambra, se le dotó de un importante encauzamiento mediante una serie de estructuras hidráulicas, de la que formaban parte varios acueductos, como el que hoy se conserva, de principios de siglo XVIII, aunque reconstruido tras las voladuras de las tropas napoleónicas.