¿Sabías que el Palacio de Carlos V es un símbolo de la paz universal?
El Palacio de Carlos V de la Alhambra se ideó como símbolo de la paz universal. Junto al diseño, en el que la planta del edificio alcanza un fuerte componente geométrico, el recinto se concibe como un nuevo Ara Pacis (Altar de la Paz), por el que el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, coronado en solemne ceremonia por el Papa, manifiesta que con él se instaura una nueva, para él definitiva, paz universal, un nuevo orden en el que la guerra queda abolida.
Los relieves esculpidos en el basamento de la portada meridional del palacio muestran los instrumentos o pertrechos de guerra (piezas de armaduras esparcidas entre cañones abandonados tras la batalla). En la portada principal se pueden contemplar amorcillos y angelotes de la paz, con antorchas en sus manos que proceden a quemar esos utensilios de guerra. Dicha portada principal representa la batalla de Mühlberg, en la que aparece Carlos V a caballo, subrayando con su presencia la victoria final. El orbe o creación coronada del Imperio entre las Columnas de Hércules, flanqueadas por los ángeles portadores de palmas victoriosas, certifican la buena nueva universal.
Otra de las curiosidades que entraña el palacio es que pertenece al contexto de la arquitectura del Renacimiento, en un momento en que Europa mira hacia sus orígenes. Además se reencuentra, entre otros estilos, con la Antigüedad y el Clasicismo del Imperio Romano. Como en todas las culturas emergentes, se acompaña de iconos y símbolos, a veces muy sutiles, o en ocasiones muy evidentes que se convierten en señas de identidad con el devenir del tiempo.
Todas estas representaciones se plasmaron en el Palacio de Carlos V de la Alhambra de Granada, junto a los palacios de los sultanes nazaríes, que los abuelos del Emperador, los Reyes Católicos instaron a conservar, según sus palabras, “para que quede perpetua memoria”.