Paseo por la Edad Media a través de la Cuesta del Rey Chico

La Cuesta del Rey Chico, popularmente conocida como la Cuesta de los Chinos, acaba de abrirse al público. Las obras de remodelación y acondicionamiento del pavimento y alumbrado ya han finalizado y, de nuevo, es posible volver a disfrutar de paseos por este camino medieval que une la Alhambra con el Albaicín y el Sacromonte. � � La Cuesta del Rey Chico se inicia junto al río Darro, al final del Paseo de los Tristes, en la zona próxima a la Cuesta del Chapiz. Debe su nombre a la famosa leyenda histórica por la que Aixa, la madre del ?Rey Chico?, Boabdil facilitaría la huida de su hijo para encabezar a los rebeldes, que estaban atrincherados en el Albaicín, contra su padre. Entre otras muchas denominaciones ? Cuesta de los Molinos o Cuesta de los Muertos-, finalmente se la conoce como Cuesta de los Chinos desde que se empedró su tramo inicial, a principios del siglo XX, con cantos rodados. � � � � � � � � � � � � � Tras un primer tramo escarpado, jalonado por algunas viviendas, se deja atrás la ciudad y se entra en el barranco que separa la Alhambra del Generalife. A la derecha quedan la muralla y las torres del recinto, presididas por la Torre de las Damas en el Partal, y a la izquierda, la zona baja de las huertas del Generalife. A medio camino, encontramos un baluarte de época cristiana en el que destaca la Puerta del Hierro, estructura defensiva de una de las puertas exteriores de la Alhambra, la del Arrabal, al pie de la Torre de los Picos. � � � � � � � � � � � � Continuando la cuesta, en ascenso, se avanza por el exterior de la muralla de la Alhambra, junto a las torres del Qadí, Cautiva, Infantas y Cabo de la Carrera hasta alcanzar, tras pasar bajo el puente y el acueducto que unen la Alhambra y el Generalife, la zona conocida como La Mimbre. � Se trata de una antigua taberna, hoy uno de los restaurantes más típcios de la ciudad, al pie de la reconstruida torre del Agua. A lo largo del recorrido, uno puede dejarse llevar y abstraerse por el paisaje, único e inconfundible, en el que el rumor del agua pone su mejor partitura. Muy recomendable este paseo medieval. ¿Te acabamos de dar una pista para este fin de semana? Disfruta, vive y siente la Alhambra. �