Pabellón de la Victoria: la torre de los mil nombres
Fue vivienda, mirador excepcional sobre la ciudad, taller para arquitectos, aposento para reinas cristianas e incluso escondite para una misteriosa daga descubierta ya en el siglo XX entre sus paredes. Es la Torre de la Victoria, o más comúnmente llamada Torre de Machuca, una exquisita y pequeña torre-pabellón asomada por encima de la muralla general de la Alhambra, sobre el valle del río Darro y frente al Albaicín.
Fue edificada en el período nazarí bajo el mandato del sultán Yūsuf I (1333-1354), y posteriormente remodelada durante el segundo mandato de Muhammad V (1362-1391) para ampliar la torre con una vivienda o estancia orientada al oeste, y un corredor hacia el este que conecta con el Oratorio del Mexuar.
A esta torre, a la que se accede tras la galería porticada de nueve arcos que cierra el llamado Patio de Machuca, se la conocía en época nazarí con el nombre de Pabellón (Bahw) de la Victoria (al-Naṣr). Tras la conquista cristiana en 1492, la torre fue de nuevo remodelada y añadida a la zona de estancias reservadas para la reina Isabel la Católica. Posteriormente, durante la estancia en la Alhambra del emperador Carlos V y su corte, fueron ocupadas por Germana de Foix, que fue segunda esposa del rey Fernando el Católico y acababa de contraer nuevo matrimonio con el duque de Calabria Fernando de Aragón.
Residencia de Machuca
Durante la construcción del Palacio de Carlos V la torre fue destinada a un uso por el que sería después recordada: en esta zona se emplazó en el primer cuarto del siglo XVI el taller del arquitecto constructor del palacio, Pedro Machuca. De hecho, según recogen los documentos de la época, el Pabellón de la Victoria sirvió para alojar la ‘Sala de las Trazas’, donde se encontraban los planos y las maquetas que se estaban confeccionando para la construcción del palacio renacentista de Carlos V. La zona fue destinada también a residencia del arquitecto constructor, lo que originó que desde entonces se conociera a estos espacios como el Patio y la Torre de Machuca.
A principios del silo XX la torre fue testigo de un curioso suceso que también añadió a la lista un nuevo modo de nombrarla: la Torre de los Puñales. Fue durante la intervención impulsada en 1909 por el entonces arquitecto conservador de la Alhambra, Modesto Cendoya, decidido a sacar a este espacio del estado de ruina inminente en que se encontraba, para lo que ordenó retirar enlucidos y compartimientos modernos y calzar la torre. Durante los trabajos se encontró oculta entre los muros una daga medieval, un hallazgo que ocasionó un gran revuelo y originó que comenzase a llamarse a la torre con el nombre antes mencionado. Ya en época de Leopoldo Torres Balbás como arquitecto conservador de la Alhambra fue cuando el Pabellón o Torre de la Victoria fue recuperada totalmente, restableciendo modélicamente su actual configuración y recuperando su esplendor de época nazarí.