Nuevos datos histórico-artísticos tras la intervención en la puerta de las Granadas.
A continuación se muestra la sinopsis del artículo realizado por Nieves Jiménez Díaz, autora del texto titulado Nuevos datos histórico-artísticos tras la intervención en la puerta de las Granadas, publicado en el volumen 45 de Cuadernos de la Alhambra. La puerta de las Granadas, situada en la entrada principal del recinto de la Alhambra, en un primer punto de un recorrido lineal, forma parte del programa imperial, por el que la Alhambra se sometió a una importante transformación visual y simbólica, con la edificación de la casa Real Nueva, residencia terrenal del emperador, que refleja la idea imperial, la universitas christiana, sirviendo para integrar la ciudad palatina medieval en la nueva realidad urbana replanteando los accesos y las relaciones con la ciudad de abajo. La puerta de las Granadas, apoyando en los restos de la antigua muralla, fue mandada construir por el emperador Carlos V, formando parte del proyecto de construcción de su casa Real Nueva, que se realizaría, conmemorando el triunfo de sus abuelos, los Reyes Católicos y, consecuentemente, la victoria de la Europa cristiana sobre el Islam. Dicho proyecto fue llevado a cabo por Luis Hurtado de Mendoza, entonces capitán general militar del reino de Granada, gobernador y alcaide de la Alhambra, quien aportaría la idea de construir un palacio digno de un héroe militar, el cual, basando su triunfo en la práctica de las virtudes, es heredero de los antiguos emperadores romanos, lo que determinaría su lenguaje arquitectónico a lo romano, en el que se manifestaría su autoridad y poder, impulsando los inicios de su construcción, que quedaría a cargo de su hijo y sucesor, Íñigo López de Mendoza, mientras que la concepción erudita de las representaciones simbólicas serían del hermano de don Luis, el humanista y político Diego Hurtado de Mendoza. Luis Hurtado de Mendoza sería también el responsable de la elección del arquitecto Pedro Machuca, quien realizaría la traza y la cimentación de la puerta entre 1545 y 1548, terminada de construir en la década de 1590, mientras que la ornamentación escultórica sería realizada por su yerno Juan de Orea, constatándose que el escudo imperial lo labraría hacia el mes de marzo de 1552. La puerta de las Granadas ha sido objeto de una serie de intervenciones que revelan que fue construida en conmemoración del triunfo del emperador Carlos V, utilizando unos lenguajes propios del clasicismo moderno inspirados en modelos de la Antigüedad. Machuca estableció un diseño italiano de estructura tripartita, con tres arcos, uno grande central y dos más pequeños laterales, cegados con sillares de piedra de su construcción hasta que en 1961 fueron abiertos, tras el intento fallido de 1937, con el objeto de facilitar el paso de los peatones. Esta estructura responde a uno de los dos esquemas tripartitos establecidos en la Antigüedad, el cual, según Fernández Puertas “ofrece un vano central practicable y dos partes laterales ciegas enmarcadas por columnas o pilastras adosadas y con nichos en el campo a decorar”. La puerta presenta el esquema tripartito de las puertas monumentales de entrada a las ciudades, de donde derivaron los arcos de triunfo y los conmemorativos, recordando la costumbre de los romanos de honrar a sus príncipes victoriosos, como ocurre en el arco de Orange, en Provenza, construido durante el reinado de Augusto en el siglo I, durante la Pax Romana; el arco de Septimio Severo, en Roma, edificado en el 203 d.C.; o el arco de Constantino, levantado para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, el 28 de octubre de 312. Todos ellos presentan una composición similar a la de la puerta de las Granadas, la cual, con la estructura de arco triunfal, alcanza un significado de victoria militar que se convertiría en un medio para lograr la paz universal, en la idea política del emperador referente a la universitas cristiana.
El arquitecto Miguel Ángel Martín Céspedes, coordinador de la última intervención verificada en la puerta, cuyo proyecto fue redactado entre el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y el Servicio de Conservación del Patronato de la Alhambra, afirma que, al retirar los acabados de los interiores de los arcos laterales en forma de aplacados, se ha comprobado que la fábrica carece de la composición pétrea para ser vista, lo que vendría a confirmar que siempre han estado cegados. El estudio iconográfico de la puerta de las Granadas, cuyo precedente más directo está en el proyecto diseñado hacia 1530 por Giulio Romano para la puerta del Te de Mantua, se ha confirmado la identificación realizada por Gómez-Moreno, en contra de la opinión expuesta por otros autores, al señalar que son unos ángeles mancebos los que sostienen la corona imperial sobre las armas de Carlos V. Los ángeles, como mensajeros de la paz, muestran el valor de ésta como sinónimo o estado de abundancia y prosperidad, simbolismo propio de la Antigüedad, que es considerado como uno de los valores más importantes en el discurso político de Carlos V. En la fotografía realizada hacia 1857 por Gaudin Frères perteneciente a la colección de Carlos Sánchez, además de los arcos cegados, se ve que el ángel situado sobre el lateral derecho del frontón conserva la cabeza, de serena expresión, mostrada frontalmente, con una leve inclinación hacia su derecha. Asimismo, se ha visto que el escudo imperial, el collar y la tarja con las divisas de los reinos conservan restos de una coloración rojiza de la preparación de un posible dorado, al igual que ocurre en los mascarones, putti y letras de la leyenda del pilar de Carlos V, lo que hace suponer que además de los ángeles mancebos, que también habían estado policromados, determinadas partes del conjunto escultórico estuvieron originalmente policromadas, constituyendo una destacada escenografía que sería vista por todos los que fueran a entrar en la Alhambra. Pueden consultar el texto completo de este artículo en la Biblioteca de la Alhambra. JIMÉNEZ DÍAZ, NIEVES. Nuevos datos histórico-artísticos tras la intervención en la puerta de las Granadas. Cuadernos de la Alhambra. 2010, nº45, p. 45-63. Texto e imágen realizado por Nieves Jiménez Díaz, doctora en Historia del Arte.
Jaime Romero / 7 years ago
Sin duda uno de los rincones que me enamoran de esta ciudad, apasionante la temática y preciosas las imágenes que mostráis. Majestuosa puerta dando paso a un maravilloso jardín de vivos colores.