Los investigadores y la Alhambra. Aroa Romero Gallardo
Aroa Romero Gallardo, Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Granada con la tesis doctoral “La restauración arquitectónica en el periodo franquista: la figura de Francisco Prieto-Moreno y Pardo”. Autora de la publicación Prieto Moreno. Arquitecto Conservador de la Alhambra (1936-1978). Razón y Sentimiento, publicado en 2014. Ha disfrutado de varias becas como la relativa a Formación de Personal Docente e Investigador y realizado estancias de investigación en el ICCROM. Además, destacan sus numerosas publicaciones de artículos y participación en ponencias. En los últimos años ha colaborado con los Servicios de Conservación e Investigación del Patronato de la Alhambra y Generalife en la elaboración de Informes de carácter histórico-constructivo previos a la intervención en sectores de gran relevancia en el conjunto nazarí. En enero del 2016 se incorporó al Proyecto dirigido por José Castillo Ruiz “Refabrica3Da_ Digitalización 3D en el Patrimonio Histórico: el reto del patrimonio industrial. La reconstrucción virtual de la Fábrica de Nuestro Señor de la Salud de Santa Fe (Granada) y su entorno” como Investigadora Contratada Doctora asociada al Departamento de Historia del Arte de la UGR. Aroa ha sido tan amable de prestarse a realizar la siguiente entrevista: P. En las numerosas investigaciones que usted ha realizado, destacan las centradas en la teoría de la historia de la restauración monumental en España durante la segunda mitad del siglo XX ¿Qué le atrajo de dicha temática? Hasta un tiempo relativamente reciente, el estudio de la conservación y restauración de monumentos durante el período franquista constituía una línea de investigación carente de una sistematización a nivel nacional, a pesar de haberse elaborado estudios puntuales de gran relevancia sobre aspectos diversos de la política patrimonial en época franquista, y otros pormenorizados referentes a arquitectos de dicho periodo como Alejandro Ferrant, Luis Menéndez-Pidal o Francisco Pons-Sorolla. No obstante, la deficiencia historiográfica relativa al conocimiento de la labor patrimonial durante esta etapa histórica en el sureste peninsular y, sobre todo, en el caso de Granada, me sirvió de acicate para adentrarme en este campo de conocimiento. Paulatinamente, me fue posible demostrar que el estudio de las décadas comprendidas desde la Guerra Civil hasta la instauración del periodo democrático resultaba esencial para comprender la realidad actual de muchos de nuestros monumentos, ya que tras finalizar la contienda bélica el panorama resultaba desolador en lo referente al patrimonio arquitectónico español. Y así, mis trabajos de investigación me permitieron profundizar en un periodo de la historia de la restauración arquitectónica en España sobre el que existía un serio desconocimiento. No obstante, en los últimos años, de modo simultáneo a la aparición de publicaciones monográficas se han impulsado proyectos de investigación pioneros sobre esta temática, como el titulado “Restauración monumental y desarrollismo en España, 1959-1975” (Ref. HAR2011-23918), dirigido desde la Universidad de Oviedo por la Dra. Pilar García Cuetos, con un equipo de estudiosos de diversas Universidades, del que pude formar parte, y con resultados reveladores al respecto. Muchos son los aspectos que se desprenden de mi investigación sobre esta fase histórica pero, tras años de trabajo, destaco que resultaría una equivocación aproximarnos al análisis de este periodo desde tendencias partidistas y, en este sentido, la distancia en el tiempo con el periodo objeto de estudio nos permite acercarnos a una página crucial en la historia de la restauración monumental en nuestro país. P. Varias de sus investigaciones giran entorno a la Alhambra ¿De dónde procede su interés por la Alhambra y el Generalife? De algún modo, el influjo del conjunto nazarí se encuentra latente en las inquietudes de cualquier historiador del arte formado en Granada. Qué duda cabe que, en mi caso, mi fascinación responde al interés por la trayectoria profesional del arquitecto Francisco Prieto-Moreno. Fue el tema elegido para mi Tesis, al que dediqué muchos años de investigación y, de un modo u otro, ha continuado presente en los estudios que he venido realizando en colaboración con el Patronato de la Alhambra. Mi interés surgió al comprobar la laguna cognitiva que existía desde la etapa de responsabilidad del arquitecto Leopoldo Torres Balbás (1923-1936) hasta la instauración de la Democracia. Prieto-Moreno había desarrollado un ingente volumen de trabajo durante más de cuatro décadas (1936-1978), pero sus actuaciones en el conjunto no habían sido estudiadas, como si no hubiera existido esa etapa en la evolución histórica dentro de la Alhambra. Por este motivo decidí estudiar la amplia campaña de actuaciones del arquitecto en el conjunto nazarí a la vez que plantear una revisión crítica de su trabajo. Resultó una investigación colosal ya que para comprender la esencia de su labor como arquitecto-restaurador comprendí que era necesario adentrarme en la práctica totalidad de sus trabajos en el sureste peninsular, es decir, estoy hablando de más de un centenar de monumentos en los que intervino como Arquitecto Jefe de la 7ª Zona (Almería, Granada, Jaén y Málaga), tras la Guerra Civil y durante 40 años. El acopio y análisis de cientos de proyectos de intervención complementaron mi conocimiento sobre su filosofía de intervención en la Alhambra. Y es que, como bien reivindico en las ediciones en las que he participado dentro del programa de “Visitas Guiadas por especialistas” organizado por el Patronato de la Alhambra, si bien es verdad que Prieto-Moreno formó parte de una generación de arquitectos asignados a cargos de responsabilidad por su adhesión al régimen franquista, en cualquier caso, su filiación política no habría de cuestionar su valía profesional. Fue un arquitecto que, con sus luces y sus sombras, aportó mucho a la Alhambra y al Generalife. Creo sinceramente que se merecía rescatarlo del olvido historiográfico en el que estaba sumido, y es que el único modo de comprender y valorar su legado en el conjunto nazarí era partir del conocimiento de su trabajo como arquitecto restaurador.
P. Una de sus líneas de investigación más recientes es sobre la figura de Francisco Prieto Moreno ¿Qué le motivó a investigar sobre este arquitecto conservador de la Alhambra? El punto de partida fue la inexistencia de investigaciones de carácter general o puntual que estudiaran la relación entre este arquitecto y la Alhambra. De ahí que decidiera elegir la figura de Francisco Prieto-Moreno como tema de mi Tesis. En dicha elección tuvo mucho que ver las orientaciones del profesor de la Universidad de Granada José Castillo Ruiz, quien se convertiría en mi director, al hacerme partícipe de la necesidad de cubrir el desconocimiento que existía sobre la Alhambra y el Generalife en las décadas comprendidas entre 1936-1978, es decir, en la etapa de responsabilidad de Prieto-Moreno. Por otra parte, en una primera etapa en la que aún pesaban más los contras en el desafío que suponía analizar la trayectoria vital y profesional de este arquitecto, descubrí una de sus publicaciones: al adentrarme en las páginas de “Los jardines de Granada” me percaté de la sensibilidad de este profesional de la Arquitectura, ya que su contenido transmitía un mensaje de autenticidad de conocimiento como base de sus quehaceres, un compromiso con la Alhambra y Generalife que me absorbieron desde el primer momento. P. ¿Cómo fue el proceso de investigación y en qué fuentes se basó para la realización de la publicación “Prieto-Moreno, arquitecto conservador de la Alhambra (1936-1978). Razón y sentimiento”? ¿Fue muy extensa la labor de consulta y documentación para la realización de dicha publicación? En ésta se recogen parte de los contenidos de mi Tesis Doctoral ya que, como bien indica el título, se centra en el estudio de la Alhambra, si bien en la tesis abarqué la totalidad de los trabajos de Prieto-Moreno como arquitecto-restaurador en el sureste peninsular. Lógicamente, para que dicha publicación viera la luz debí adaptar los resultados de un amplísimo trabajo de investigación, haciéndolos asequibles al público sin por ello perder el carácter científico que debe regir en toda investigación. Por todo ello, hablar del proceso de redacción de este libro supone retrotraerme a las fases de elaboración de mi tesis: una primera etapa consistente en una exhaustiva recopilación bibliográfica y de los proyectos de intervención dirigidos por este arquitecto. Al respecto, localicé gran cantidad de documentos en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) y, lógicamente, también fueron muy relevantes los custodiados en el Archivo de la Alhambra. Incluso con el fin de complementar los fundamentos teóricos y metodológicos de la restauración monumental en época franquista acudí al ICCROM (International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property), en Roma. No hay que olvidar que las fuentes documentales las complementé con una extensa documentación gráfica destacando, por su carácter inédito, las fotografías pertenecientes al Archivo familiar de Prieto-Moreno. Un amplio volumen de negativos que recuperé y que fueron sometidos a un profundo proceso de recuperación, digitalización y catalogación. Finalmente, fueron fundamentales las fuentes orales, sobresaliendo la labor desarrollada por la Oficina Técnica de la Alhambra (delineantes, topógrafo, etc.), que fue soporte esencial para la ejecución de los proyectos redactados por Prieto-Moreno. Un equipo de trabajo muy cualificado al que se sumó la instauración de talleres de carpintería y yeserías, maestro de obras, e incluso, un maestro de jardines. Con parte de estos profesionales tuve la oportunidad de entrevistarme, y así fui elaborando una historia oral que tan definitoria resultó en la historia de la restauración contemporánea del monumento nazarí.
P. ¿Cree que la Alhambra dictaría mucho de lo que es hoy día si las actuaciones de Francisco Prieto Moreno no hubiesen llegado a acometerse? Tras años de investigación creo que estoy en posición de asegurar que Francisco Prieto-Moreno desarrolló un programa de intervenciones decisivo en la conformación de la imagen actual del conjunto nazarí. Fueron más de cuatro décadas con actuaciones que, en unos casos, implicaron la variación sustancial de la fisonomía de ciertos espacios y, en otros, la mera consolidación de lo ya existente. Posiblemente lo más destacable fue su capacidad de acondicionar el conjunto monumental a la visita pública, mediante el diseño de adecuadas infraestructuras para el turismo. Y tampoco se debería olvidar su afán de conocimiento en el ámbito del paisajismo llevándole a diseñar los jardines bajos y el teatro del Generalife. En éstos plasmó esa simbiosis entre arquitectura y naturaleza que caracterizó gran parte de su actividad como proyectista y como arquitecto-restaurador. Precisamente acaban de ver la luz las Actas del Congreso internacional “La Cultura y la Ciudad. Imagen y representación de lo urbano” publicadas por la Editorial de la Universidad de Granada, en cuyas páginas se incluye la ponencia que presenté sobre este tema. El conocimiento de su labor al frente de la Alhambra resulta imprescindible si se quiere alcanzar una completa lectura del monumento ya que, con sus claudicaciones y aciertos, perfiló un tiempo esencial en la historia de la Alhambra y el Generalife a través de un discurso amplio y coherente. P. Recientemente ha sido publicado el libro ?Ángel Barrios y Granada. La estela de una época? de Ismael Ramos. El último capítulo titulado ?La residencia de la familia Barrios en la calle Real de la Alhambra. Testimonio arquitectónico y cultural de su tiempo? fue elaborado por usted, ¿Cómo fue el proceso de investigación sobre esta temática? El origen de este capítulo se debe a una investigación que realicé en el año 2014 para el Servicio de Conservación del Patronato de la Alhambra consistente en el estudio histórico-documental previo al desarrollo de una intervención museográfica en la Casa-Museo de Ángel Barrios y espacios colindantes. Parte de estos resultados se recogieron en el capítulo “Conjunto arquitectónico del baño del Polinario, casa nazarí y vivienda de la familia Barrios” incluido en el catálogo Ángel Barrios. Creatividad en la Alhambra. Con posterioridad, mi participación en esta nueva monografía me ha permitido difundir con mayor exhaustividad los planteamientos y resultados obtenidos en dicha investigación. La recuerdo como muy enriquecedora ya que pude ahondar en cómo era la Alhambra desde finales del siglo XIX hasta la década de 1920, un periodo clave en el ámbito cultural granadino, y del que la casa de la familia Barrios en la calle Real de la Alhambra fue un testimonio excepcional. Durante mi estudio hice acopio y análisis de una bibliografía muy amplia, de imágenes históricas, y de los proyectos de intervención de Leopoldo Torres Balbás y Francisco Prieto-Moreno en este espacio, que me permitieron perfilar su evolución histórica y sus características constructivas. A ello añadir la localización de relatos de viajeros que conocieron la vivienda de la familia en pleno auge vital y quisieron dejar testimonio y, en concreto, destacar mis entrevistas con doña Ángela Barrios. Un auténtico privilegio cuyas conversaciones me acercaron a la figura de su padre, Ángel Barrios, y a la de su abuelo, Antonio Barrios Tamayo, verdadero artífice del círculo artístico e intelectual presente en la casa familiar. Entrevista y fotografías realizadas por: Gonzalo De Lázaro Gonzalo (asesor técnico del Servicio de Investigación y Difusión) Alejandro Daza García (experto en arquitectura y patrimonio)