Los baños hispanomusulmanes. Organización, función, usos
En árabe se denomina hamman al baño artificial, mientras el término hamma hace referencia a un balneario. Estos términos derivan de la raíz árabe hama que significa calentar.
El origen de los baños hispanomusulmanes hay que analizarlos desde el contexto socio- religioso en que surgieron y es aquí en dónde adquiere su auténtico sentido. Sus antecedentes los encontramos en las termas romanas públicas mucho más suntuosas y ricas que los hamman árabes. Uno de los primeros ejemplos y mejor conservados lo tenemos en los baños de Qusayr Amra en Jordania. El pueblo árabe al vivir en estas tierras desérticas y duras toma conciencia de la importancia del agua como un bien escaso y valioso adquiriendo un carácter religioso.
Los baños musulmanes siguen la tradición romana en su organización y como baños de vapor. Los baños hispanomusulmanes son edificaciones de gran solidez dado su uso; para los muros se emplea el hormigón de cal hidráulica y en las bóvedas ladrillo o piedra. Las bóvedas se diseñan de medio cañón, de arista o esquifadas.
El baño se compartimenta en diversas salas la primera se denomina en latín apoditerium o la bayt al-maslaj en árabe, es el vestuario. Le sigue el frigidarium o la bayt al-barid como sala fria, el tepidarium o la bayt al-wastani es la sala templada y el Caldarium o bayt al-sajum es el baño caliente. Le siguen el horno y la leñera con entradas independientes.
El hamman se funda como establecimiento público cumpliendo una función social y religiosa. Aquí se realiza el ritual de purificación antes de la oración. También es un mundo abierto a los sentidos y la sensualidad. Existía un personal cualificado para aplicar los distintos tratamientos de belleza masajes etc…
Los baños hispanomusulmanes mejor conservados en la Península son los Reales de la Alhambra, El Bañuelo, los Califales en Córdoba, Jaén, Palma de Mallorca los del Almirante en Valencia…
Autora del artículo: Lourdes Ruiz López