Limpiamos la alberca del Patio de Arrayanes…
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¡Nos metemos en faena! Vamos a limpiar la alberca del Patio de Arrayanes. Esta tarea solemos hacerla una vez al año. Son labores de mantenimiento habituales, pero necesarias para que la flora y fauna de los habitantes de este espacio sigan viviendo en las mejores condiciones. Cuando casi se visualiza el suelo y quedan pocos centímetros de agua, intentamos capturar a las carpas de la Alhambra. Durante 48 horas cambian de hábitat. Las colocamos en contenedores especiales mientras dura el proceso de limpiado de la alberca. Es la única forma de que se mantengan vivas. Aunque no les gusta mucho, siguen aleteando en el mismo agua, en el mismo espacio, en el Palacio que a muchas de ellas las vio nacer. Yo creo que ya están acostumbradas a esta rutina anual
Después de vaciar la alberca, aproximadamente en este proceso se tardan 24 horas, procedemos al limpiado de las paredes y el suelo. ¡No os podéis imaginar la suciedad que se acumula!. El limpiado se hace casi de forma artesanal, y es el personal de mantenimiento del Patronato de la Alhambra y Generalife el que se encarga de esta labor.
¡Imaginaros qué calor! Por este motivo, estos trabajos siempre suelen realizarse al amanecer, cuando todavía no ha empezado a despuntar el día.
Lo curioso viene después. Los objetos que encontramos durante el proceso de limpieza.
Me pregunto cuántos deseos se habrán cumplido con alguna de las monedas que alguien, no sabemos por qué motivo, lanzaría al vuelo para cumplir un sueño; o la llantina que seguro abatió al pequeño o pequeña que perdió en el fondo de la alberca su cochecito de carreras.
Pero me llama la atención esta cámara de fotos. ¡Quién sabe si en su interior guarda los mejores instantes de una fiesta de carpas bajo el agua! Van a llenar la alberga palaciega de nuevo. Pececillos al agua, vuelta a la rutina.
La imagen bella, del Patio de Arrayanes, el agua, cristalina, transparente? la prolongación de la arquitectura.
En fin, la Alhambra que no para de sorprendernos.