Las tres calles principales de la Alhambra

La Alhambra: una ciudad palatina fundada siguiendo la herencia de las primeras ciudades islámicas. Una ciudad árabe, levantada sobre un extenso territorio, y construida para satisfacer las funciones principales de las estancias palaciegas, la vida religiosa, la vida comercial y residencial. Una medina medieval habitada durante varios siglos, que fue desarrollándose urbanísticamente en torno a la premisa esencial del islam como centro de la vida. Una premisa de vida que el investigador D. Antonio Almagro Gorbea describe perfectamente en uno de sus numerosos estudios: “El Islam como fenómeno social y cultural ha estado siempre muy ligado a la vida urbana. Solo en un ambiente urbano se realiza plenamente la comunidad musulmana. Por tanto, el urbanismo y la vida en la ciudad son fenómenos íntimamente relacionados con el mundo islámico desde sus primeros momentos”. La Alhambra, una ciudad erigida sobre una Alcazaba existente, se levantó como una importante ciudad fortificada al servicio del sultán. Una ciudad estructurada urbanísticamente para facilitar la jerarquización del espacio intramuros; sectorizándose así para lograr una medina independiente y auto sostenible. La estructura urbana actual del Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife y en particular, del espacio intramuros de la fortaleza, muestra en mayor medida el viario originario de la etapa nazarí. El visitante podrá encontrar durante su visita una estructura compuesta por tres calles históricas principales: la calle Real Alta, la calle Real Baja y el camino de Ronda. �

� La calle Real Alta, que en sus orígenes pudo prolongarse hasta la torre del Cabo de la Carrera, establecía el eje principal de la ciudad; definiendo así los emplazamientos de viviendas y espacios públicos que se irían edificando en torno a esta y dando lugar a la medina. �

� Paralela a esta, y siguiendo un trazado similar, se encuentra la calle Real Baja cuya finalidad era conectar las diferentes zonas residenciales de los palacios; así mismo, cerraba y aislaba las zonas privadas quedando protegidas ante cualquier posible ataque. �

� Sin embargo, la calle de mayor extensión, era el conocido camino de Ronda. Un camino cuya localización, junto a la muralla y a mayor altura que los espacios habitados, hacía de este una zona de vigilancia de la ciudad y de las numerosas puertas. Además, existían calles secundarias, que conectaban las principales entre sí, y entre las que se construían edificaciones y espacios o plazas a ambos lados. La estructura urbana de la Alhambra ha facilitado, a investigadores y visitantes, un mejor acercamiento y comprensión del Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife; partiendo de la premisa de la Alhambra como antigua ciudad medieval. La ciudad de la Alhambra, una antigua ciudad medieval que puede ser recorrida a través de su trazado urbano original y que le hará comprender el sentido de la Alhambra como ciudad. � � Texto de: Gonzalo De Lázaro Gonzalo (asesor técnico del Servicio de Investigación y Difusión) Alejandro Daza García (experto en arquitectura y patrimonio)