Torre de los Hidalgos
La torre de los Hidalgos es la que está situada más al Noreste de todas las torres de la Alcazaba, al pie de la torre de la Vela, y forma parte del lienzo de la muralla exterior. Se cree que tanto la torre de los Hidalgos como las caballerizas situadas debajo de esa torre debieron de existir en época árabe, jugando un papel importante en el entramado de acceso a la Alhambra por la puerta de las Armas, aunque su estado actual es el resultado de los cambios introducidos en ambas estructuras en época cristiana.
La estructura actual de la torre con dos plantas y una terraza o plataforma superior que se extiende a lo largo del techo de las caballerizas, fue ejecutada en el siglo XVI. El piso bajo se inserta en las caballerizas y a través de este evacuaba un gran desagüe que servía para limpiar los establos. En su extremo occidental hay una galería cubierta artillada que protegía el acceso a la puerta de las Armas, lo que le da carácter de torre defensiva. Las murallas que van desde la torre de las Armas hasta la puerta de los Hidalgos, así como la propia torre, fueron restauradas bajo la dirección de Luis Machuca, por los albañiles Pedro de Morales y Juan Pérez en 1567.
Desde un principio, por su cercanía a las caballerizas, fue la residencia de Dionisio Paniagua, “veedor de las bestias y recuas”, encargado de las reatas de mulas y asnos que desde la época de los Reyes Católicos transportaban el material de obra a la Alhambra. Por ello, esta torre es también conocida como torre de Paniagua. El piso superior fue convertido en “Cárçel de los Idalgos”, desde finales del siglo XVII, dotada de gran chimenea y dos ventanas, hasta 1879 cuando la prisión se trasladó a torres Bermejas. En el terrado situado sobre las caballerizas según algunos autores, hubo un gran pajar, desaparecido.
La torre contó siempre con un alcaide propio. En el Archivo de la Alhambra se conserva relación de los nombrados entre 1754 y 1803.
Esta torre comunicaba directamente con las caballerizas, con el adarve que rodea la base de la torre de la Vela y con la Plaza de Armas. Cayó en desuso al construirse en 1586 la torre del Cubo y cerrarse definitivamente la puerta de las Armas. Las caballerizas, divididas en tres naves, con bóveda de cañón, y separadas por un total de dieciocho pilares rectangulares, albergaban en su interior una parte de los cien caballos de la Guardia Vieja de Castilla, subordinada al Conde de Tendilla, residente en la fortaleza.
La nueva función carcelaria de esta torre se fue imponiendo poco a poco en la Alcazaba desde finales del siglo XVII, sustituyendo a la anterior de residencia militar, transformando con el paso del tiempo los antiguos cuarteles en trágicos calabozos. En el siglo XIX ésta sería casi la única función que desarrolló el antiguo Alhizán, produciendo una terrible impresión a los primeros visitantes románticos europeos. El aumento del turismo y las quejas de los visitantes, obligaron a trasladar todas esas prisiones hasta las cercanas, pero algo más alejadas del flujo turístico, torres Bermejas, donde se fijaron definitivamente entre 1879 (iniciado el proceso en 1872) y 1962.
Desde la base de la torre de la Pólvora hasta la base de la torre de los Hidalgos, se puede contemplar el Baluarte de la torre de la Vela que permitía el control de toda la ciudad de Granada, y resguardaba la primitiva puerta de la Alcazaba.