La Qalahurra (Torre de las Infantas)
La Torre de las Infantas, llamada también torre de Ruiz y Quitarnaya, es otra de las qalahurras más profusamente decoradas del recinto alhambreño. Es también una de las torres más modernas, ya que fue construida a finales del siglo XIV por el sultán Muhammad VII (1392-1408), según atestiguan las inscripciones en árabe de sus muros. Esta torre presenta una estructura arquitectónica semejante a la de su vecina, la Cautiva, y, al igual que aquella, puede considerarse como una torre-palacio.
El acceso responde al habitual en recodo, y destaca la bovedita de la entrada con grandes mocárabes que han conservado restos de su pintura original. El interior de la torre se distribuye según el esquema tradicional de la vivienda nazarí y da la sensación de que es una casa de cualquier ámbito de la Alhambra, no una torre de la muralla. El espacio cubierto que se corresponde con el patio, centrado por una fuentecilla poligonal de mármol, reparte en su entorno las estancias principales, tres núcleos de alcobas con ventanas al exterior, la más destacada al fondo con los habituales alhamíes en sus lados menores. Todas las puertas del patio tienen en sus umbrales las tradicionales taqas.
Su espacio central presenta, a la altura de la planta primera, galerías en dos de sus costados, y en los otros, ventanas. El techo se cubría originalmente con una bóveda de mocárabes, perdida y sustituida en el siglo pasado por la actual armadura de madera. El acceso a la planta superior y a la terraza se hace desde el recodo de la entrada. Esta torre es el escenario de la conocida leyenda de las tres princesas, Zayda, Zoraida y Zorahayda, recogida por Washington Irving en dos relatos de sus famosos Cuentos de la Alhambra.
La torre fue usada en época cristiana como residencia de miembros de la guarnición alhambreña, sufriendo bastantes daños. En 1585, como tantas otras, fue restaurada su terraza, por donde se filtraba la lluvia, para evitar que sufriese la decoración de sus muros, y ese mismo año sus merlones caídos fueron sustituidos por un parapeto de piedra de Alfacar, similar al usado en el resto de torres y murallas. En 1699 se restauró la linterna que iluminaba su estancia principal, se le puso un «techo y tejó y çaharró por afuera y se enluçió»; volvió a ser restaurada en 1795. En la habitación intermedia, formada «por un cuadrilongo con dos cenadores en los laterales con agimeces» faltaban parte de las cenefas de azulejos, y la bóveda de uno de los cenadores había sido destruida enteramente por los terremotos de 1806.
A los daños producidos por las tropas napoleónicas en 1812, se añadieron tras su partida los causados por familias humildes que la ocuparon contra la voluntad de sus alcaides. En 1846, estaba aún habitada por una familia de las entonces denominadas «miserables». En una de las habitaciones laterales se había abierto una chimenea y en otras se guardaban aperos de campo. Todo el interior de la torre había sido blanqueado y en esa fecha estaba ennegrecido por el humo. Amenazada de ruina, la torre fue una de las primeras restauradas por Rafael Contreras, en un larguísimo proceso que duró desde 1852 hasta casi 1885. Sin muchos escrúpulos, se le añadieron yeserías y policromías y una nueva cubierta de madera. La original, con su techo de lacería y las ocho ventanas que le daban luz, según Contreras, se había hundido a principios del siglo XIX.
BIBLIOGRAFÍA
La Alhambra y Generalife. Guía oficial (2010). Bermúdez López, Jesús.
Murallas, torres y dependencias de la Alhambra (2016). Vilar Sánchez, Juan Antonio.
Marie Ryan Connolly / 3 years ago
Gracias por la información tan detallada sobre esta torre. Buscaré la referencia a la leyenda de las 3 princesas de Washington Irving. ¿Se sabe algo de su uso o quién lo habitaba antes de la época Cristiana … en el 1408 ?
Gracias de nuevo .
Un saludo.
Marie