La puerta de la Qubba Mayor
La puerta de la Qubba Mayor del Palacio del Ryad o la Sala de las Dos Hermanas, en el Palacio de los Leones, junto a la que cierra la Sala de los Abencerrajes, es uno de los pocos ejemplos de puertas originales que se conservan de época nazarí en la misma Alhambra y supone una de las principales fuentes materiales que arrojan datos fundamentales para conocer estas estructuras a todos los niveles. Por el carácter deleznable de la madera, la mayor parte de los ejemplares antiguos o medievales han desaparecido con el tiempo y no han llegado hasta nuestros días, de ahí la importancia de la supervivencia de estos ejemplares.
La puerta es de dos hojas y postigo central, y su función era aislar la sala respecto al patio en los momentos en que se requería, tanto por el protocolo de alguna celebración como por el frío o el calor. Asimismo, y gracias al postigo, se conseguía graduar la luminosidad que entraba desde el patio. Este cierre de una sala respecto a un patio interior de uso privado se concibe al margen de los aspectos defensivos que encontramos en otros cierres. Es por ello que prevalece el aspecto decorativo, el cual desarrolla los mismos temas que encontramos en el resto del Palacio de los Leones y comparte con este su fecha de construcción: en el reinado de Muhammad V, entre 1370-1380.
Su terminación decorativa, es de excelente cuidado y minuciosidad. Para ello se empleó una técnica ataujerada machihembrada, cuyo resultado final es similar al que encontramos en los techos ataujerados. La principal característica de su sistema constructivo-decorativo es el uso del machihembrado entre los zafates y el lazo. De este modo se evita la necesidad de poner clavos en los zafates tallados preservándolos así de fracturas, oxidaciones y pérdidas. Los zafates son los polígonos geométricos encargados de completar el diseño que dibuja el lazo. En este caso, al ir totalmente tallados son especialmente frágiles. Lazo y zafates cubren toda la estructura interna de la puerta magistralmente generando, sobre sus dos caras, una superficie homogénea, como tapiz geométrico. Su aspecto original debió ser potente y espectacular, ya que a su tamaño monumental y esmerado trabajo de talla, se uniría la policromía que cubriría toda la superficie de vibrantes colores acordes a los que tendrían el resto de los elementos arquitectónicos de su entorno.
Cada hoja mide 472,5 centímetros de alto por 146 centímetros de ancho. Lo que supone un peso aproximado de 500 kilogramos. Su mecanismo de apertura y cierre es efectivo gracias a la exactitud de aplomo y nivelación de su eje sobre unos elementos metálicos que minimizan los roces. Estos elementos se alojan en la quicialera (en el suelo) y la gorronera (en el techo). Su movimiento de giro mueve las dos hojas hacia el muro del patio donde descansan en su posición abierta. El primer escalón de subida a la sala hace de tope al movimiento impidiendo su recorrido hacia adentro y favoreciendo el trabado del cierre desde el interior. El cierre de ambas hojas está ajustado al máximo gracias al traslapo o imbricación de sus largueros en el tramo superior, con el uso del acabado en listel, en un lado, y ranura, en el otro.
Por último, hay que hacer referencia también a los herrajes que sirven de ajuste y terminación, como las bisagras del postigo, el cerrojo, con su manija cincelada sobre la placa recortada que alivia el roce, y los maravillosos clavos gallonados que ajustan las placas repujadas de refuerzo y protección en los extremos de cada hoja.
Esta puerta fue trasladada desde su lugar original al Museo de la Alhambra en el año 1995, donde se conserva en la actualidad en condiciones óptimas y favorables. Además, por los trabajos de restauración que se realizaron en ella, hoy podemos conocer un poco más sobre sus características constructivas extrapolables a otros ejemplos nazaríes.
Autora del texto: Mª Carmen López Pertíñez
BIBLIOGRAFÍA:
LÓPEZ PERTÍÑEZ, M. C.: La carpintería en la arquitectura nazarí. Granada, Fundación Rodríguez-Acosta, 2006, 368-370.
MARINETTO SÁNCHEZ, P.: «Puerta de Dos Hermanas», Arte islámico en Granada; propuesta para un Museo de la Alhambra.