La Puerta de Bibarrambla
El pintor David Roberts visitó Granada en el segundo cuarto del siglo XIX y de todos los dibujos y estampas que hizo hay dos que han tenido más éxito: una es la vista del Darro a la altura del Puente del Cadí, y la otra la de la Puerta de Bibarrambla. Ambas son reconocidas por todos y han sido reproducidas en innumerables ocasiones por ser el vivo reflejo de la idea romántica de la Granada árabe.
Arco de las Orejas
En la Edad Media la Puerta de Bibarrambla, o Arco de las Orejas, era uno de los principales accesos a la ciudad desde la Vega y con el paso del tiempo se convirtió sin duda uno de los monumentos más pintorescos del centro porque enlazaba directamente con el pasado islámico y era la prueba material de su existencia, ensalzado con añoranza por el romanticismo decimonónico.
Pero el Arco de las Orejas es mucho más que una referencia nostálgica ya que su demolición entre 1873 y 1884 se convirtió en un símbolo de la lucha por la protección del Patrimonio Histórico en España.
El nombre de Bab al-Ramla, o “puerta del arenal”, que es como era conocida en la Edad Media, hace referencia a los depósitos fluviales del cauce de río Darro, del que está separado por apenas unos metros; el topónimo de Arco de las Orejas se empezó a utilizar ya en época castellana cuando tras la conquista se colocó un peso de la harina en la puerta y se designó como lugar en el que se ejecutaría la “pena de orejas”, que consistía en la perforación, corte, mutilación parcial o total de las orejas, a los molineros que defraudaran en el peso, mojando o mezclando con arena la harina.
Era una de las puertas más transitadas porque conectaba directamente con la zona comercial por excelencia –el Zacatín y la Alcaicería-, el barrio artesanal de los curtidores y con el centro neurálgico de la medina donde se hallaba la mezquita mayor y la madraza. Las excavaciones arqueológicas hechas recientemente demuestran que ya en el siglo XI debió existir una puerta de menores dimensiones que fue reconstruida por los almorávides en 1125-1126 y ampliada a principios del siglo XIV.
Hasta su desaparición se encontraba situada en la confluencia de las actuales calles Arco de las Orejas con calle Salamanca, por encima de la calle Monterería.
La puerta estaba precedida por un gran arco de herradura ligeramente apuntado, con dos capiteles en sus impostas ricamente ladrados, que daban paso a un pequeño espacio a cielo abierto, o buhedera, desde el que se podía defender la vertical del acceso. Inmediatamente después estaba la puerta propiamente dicha, también con arco de herradura apuntado enmarcado en alfiz y con sendas conchas en las albanegas y otra en la clave. Desde aquí se accedía a un espacio cubierto con bóvedas de ladrillo, con pequeñas estancias laterales para la guardia, y a un segundo cuerpo que daba salida hacia la actual Plaza de Bibarrambla, con su propia fachada interior en este caso con arcos de ladrillo. Este modelo es muy similar al de la Puerta de la Justicia pero difiere de aquella en que el paso es recto y no existe un recodo.
Desde la puerta se conectaba con el adarve de la muralla urbana y se accedía al antemuro o barbacana, derribada a partir de 1515 en la zona más próxima, ocupada en otros tramos tanto por los vecinos como por el cementerio de la antigua iglesia de la Magdalena.
En el interior de Arco de las Orejas, en 1507, el capellán de la reina Isabel la Católica –el bachiller Olivares? mandó construir una capilla que con el tiempo se convirtió en un lugar de culto muy transitado, paso obligado en las procesiones del Corpus Christi y entrada de los caballeros a la plaza de Bibarrambla, a modo de arco triunfal, cuando era engalanada para hacer juegos de toros y cañas. Todo esto confirma que, a pesar de haber perdido su función defensiva original, tuvo un papel simbólico muy importante a lo largo de la Edad Moderna.
Demolición de la puerta de Bibarrambla y otras puertas y murallas de Granada
A partir de mediados del siglo XIX comenzaron a demolerse las antiguas puertas y murallas medievales. Primero cayeron la Puerta de Bibalmazán, luego la Puerta del Pescado, la del Sol y la del Hierro, que era la que conectaba Elvira con la cuesta de la Alhacaba. Pronto le llegó el turno a la de Bibarrambla porque en el afán de modernizar el urbanismo del centro de la ciudad se había convertido en un elemento obsoleto y que lo dificultaba seriamente.
La demolición la planteó en 1873 el ayuntamiento de la Primera República, con la oposición tan firme como decidida de la Comisión Provincial de Monumentos y comenzó a ejecutarse bajo el descontrol del episodio del “cantón independiente de Granada”.
Restituida la monarquía, las nuevas autoridades siguieron encabezando ese empeño por destruir la puerta de Bibarrambla. Once años duró el pulso entre los ilustrados de la ciudad y las fuerzas políticas que habían hecho de este asunto uno de sus principales objetivos. En ese pulso sostenido durante tanto tiempo, que transcendió el ámbito local, se sucedieron episodios muy curiosos, como la redacción de un proyecto de restauración de la puerta en el mismo año 1873 que nunca vio la luz o la declaración como monumento histórico artístico nacional, en 1881. A pesar de todo, aduciendo el riesgo de una inminente epidemia de cólera que asolaba Europa y que amenazaba con llegar a Granada, en 1884 fue demolida.
Reconstrucción de la Puerta de Bibarrambla en el bosque de la Alhambra
Con cierta sorna por parte de las autoridades locales, los elementos arquitectónicos más singulares y que no se habían arruinado en todo este tiempo fueron recuperados, por si algún día se planteaba su reconstrucción.
El momento llegó en 1930 cuando Manuel Gómez Moreno Martínez, siendo Director General de Bellas Artes, sugirió a Leopoldo Torres Balbás la posibilidad de reconstruir el monumento. En 1933, cuarenta y nueve años más tarde, reaparecía la puerta de Bibarramba reconstruida en el bosque de la Alhambra.
Recientemente, en el otoño de 2016 al hacer unas excavaciones arqueológicas en la calle Arco de las Orejas, esquina con la calle Salamanca, aparecieron los restos de uno de los torreones de la puerta y su conexión con la muralla urbana.
Puedes saber más sobre la puerta de Bibarrambla en la publicación “La Puerta de Bibarrambla” de Ángel Rodríguez Aguilera, editada por el Patronato de la Alhambra y Generalife.
También es posible consultar esta publicación en la Biblioteca del Patronato de la Alhambra y Generalife. Localización: CONSULTA 711 ROD.
Fuentes documentales y bibliográficas:
GÓMEZ MORENO, M.; “Puerta llamada de Bibarrambla o Arco de las Orejas”, El liceo de Granada, nº7, Granada , 1874, págs. 97 a 100; y
TORRES BALBÁS, L., “La Puerta de Bibarrambla de Granada”, Archivo Español de Arte y Arqueología, nº33, 1935. La aportación más reciente es el estudio monográfico de la puerta.
RODRÍGUEZ AGUILERA, A., La Puerta de Bibarrambla de Granada y el flanco occidental de la muralla de la madina hasta Bibalmazán, Granada, 2018.
Texto: Ángel Rodríguez Aguilera
Imágenes:
Pepe Navarro, Archivo del Patronato de la Alhambra y Generalife (APAG)
Otras imágenes con licencia de dominio público.