La Alhambra y su entorno alberga 161 especies diferentes de animales
Uno de los ‘tesoros’ ocultos de la Alhambra es la fauna presente en prácticamente todas las áreas del Monumento, con mayor presencia en los espacios más naturales. Los datos que recogen las investigaciones realizadas recientemente por el Patronato confirman la presencia de 161 especies de fauna vertebrada, agrupadas en 22 órdenes y 56 familias. Estos datos muestran la buena calidad ambiental de los ecosistemas presentes en la Alhambra y su entorno, como la elevada diversidad de vertebrados que se hallan en este área. Si bien la fauna asociada a ambientes húmedos no alcanzan cifras importantes (3 especies de peces y otras tantas de anfibios), las restantes clases ostentan resultados importantes, con 14 especies de reptiles, 36 de mamíferos y 105 de aves.
Sin duda, los mamíferos y las aves, cuya presencia resulta fácilmente constatable para el naturalista o el simple aficionado a la observación de los animales, son los grupos en que se hallan las especies más significativas. Es el caso de la garza real (Ardea cinerea), el búho real (Bubo bubo), el abejaruco (Merops apiaster), la oropéndola (Oriolus oriolus), el pito real (Picus viridis) o el ruiseñor (Luscinia megarhynchos), entre muchas otras especies de aves; o la ardilla roja (Sciurus vulgaris), el tejón (Meles meles), el zorro (Vulpes vulpes), o la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica), entre los mamíferos.
La conciliación del fomento de las poblaciones faunísticas, como elemento enriquecedor del patrimonio del ‘Lugar de la Alhambra’, y la conservación de los recursos históricos y arquitectónicos del Monumento exigen no sólo el esfuerzo de análisis, investigación y seguimiento de las poblaciones sino también la adopción de medidas y actuaciones de fomento y, a veces, de control de las poblaciones.
De este modo, se efectúa un esfuerzo constante con el objetivo de mantener en buen estado y equilibrio las poblaciones de fauna doméstica, como el gato o la paloma, cuya excesiva densidad podría acarrear problemas de salubridad entre los visitantes, así como de preservación de los elementos construidos.
Además, se mantienen desde hace años trabajos de fomento activo de poblaciones en peligro de desaparición en el ámbito de Granada y de Andalucía, como es el caso del Programa de Restauración del Cernícalo Primilla (Falco naumanni), cuyos resultados son altamente exitosos.
Por último, en algunos casos, es necesario adoptar otras medidas de manejo de la fauna silvestre para evitar que su presencia conlleve la desaparición de otras más sensibles o escasas, como es el caso de la garduña (Martes foina) respecto al propio cernícalo primilla, o que puedan llegar a causar graves daños en espacios ajardinados, lo que, a veces, se produce por causa del jabalí (Sus scrofa).
Rafael de la Cruz. Jefe del Departamento de Jardines y Bosques del Patronato de la Alhambra y Generalife.