La Alcazaba de la Alhambra. Una fortaleza en evolución, II
La Alcazaba de la Alhambra ha sufrido a lo largo de la historia una continua evolución, especialmente desde el s. XI hasta el XVI. Desde una pequeña fortaleza en el cerro de la Sabika hasta convertirse en la gran fortaleza defensiva que llegó a ser en época nazarí.
La gran transformación de la Alcazaba se produce a partir de la llegada de Muhammad I, quien decidió convertir la antigua fortaleza en la residencia oficial nazarí llevando un amplio programa constructivo que se inició con la orden de abastecer de agua este espacio a través de una acequia (al-saqilla) que comenzaba en las inmediaciones del actual cortijo de Jesús del Valle. Esta obra con el transcurrir del tiempo permitió la vida en todo el recinto alhambreño, empezando por el pequeño barrio de viviendas que se encuentra en la actual “plaza de armas” en la Alcazaba.
La ampliación de murallas y la construcción de las grandes torres se deben al primer sultán nazarí. La Torre de la Vela, nombrada en época nazarí como “Torre Mayor” (al-Bury al-Azam) y la Torre del Homenaje, conocida como “Torre Grande sobre el Territorio” (Bury al-Azim ala-I-balad) supusieron no solo una mayor seguridad defensivasino también una demostración del poder nazarí. Esta última torre fue la primera residencia de Muhammad I, donde en la última planta se encuentra un sorprendente espacio dedicado a la vivienda real. Todo ello la describe Ibn al-Jatib: “El emir nazarí (Muhammad I) se construyó allí una casa proporcional al proceder que tenía y a su dignidad; condujo hasta ella las aguas y la habitó, trasladándose hasta allí…”
La construcción del nuevo acceso a la Alhambra a través de la Puerta de las Armas (Bad al-Silah) provocó una transformación de la zona sur de la Alcazaba afectando a la antigua coracha. Llegó a convertirse en la puerta de la Alhambra más usada por los granadinos en época nazarí para acceder a la ciudad palatina. Presenta una clara influencia de tradición almohade, tanto en lo decorativo como lo constructivo. Su estructura interna es en recodo ya que se trataba de una Torre Puerta defensiva.
Todas estas modificaciones convirtieron a la Alcazaba en el verdadero corazón militar del reino.
Un reino que debía de estar protegido tanto por las fronteras terrestres como por las marítimas.
Desde el reinado de Muhammad II (finales s. XIII) se establecieron en el reino nazarí una extensa línea de fortalezas (Hins, Qal?a) desde Vera hasta Algeciras como defensa de la entrada al reino.
Además se construyeron numerosas atalayas situadas en promontorios que permitían observar los movimientos del enemigo. Según Ibn al-Jatib en el s. XIV había 14.000 torres en el reino nazarí.
También se construyeron numerosas torres vigías costeras para controlar la otra frontera nazarí. Solo en el reinado de Yusuf I (mediados s XIV) se construyeron 40 torres atalayas costeras.
En los puntos más vulnerables del litoral se construyeron “Rábitas” recintos fortificados dedicados a la oración y a la guerra santa.
A la Alcazaba de la Alhambra llegaba toda la información de este complejo sistema defensivo a través de mensajes trasmitidos por diversos tipos de señales (humo, espejos, fuego…).
Autor del artículo: Valentín Aparicio Ríos.