La Acequia Real. Una ventana abierta de la historia en el Museo de la Alhambra

La Acequia Real de la Alhambra o Acequia del Sultán, es la verdadera arteria que da vida al Conjunto Monumental y las estribaciones más occidentales del Cerro del Sol. Su construcción está ligada a la creación de la propia ciudad palatina y no se entendería una sin la otra. Fue el sultán Muhammad I (1232-1273) quien según Ibn ?Idarī, después de inspeccionar el lugar de la colina de la Sabika donde se ubicaría la Alhambra, “Le llevó agua del río, levantando un azud y excavando una acequia exclusiva para ello”1 .

El azud, o lugar de captación de agua se sitúa en el río Darro, en el sitio conocido como la Presa Real, a 828 msnm y unos 6 km de distancia de la Alhambra (790 msnm en la Torre del Agua) de forma que la diferencia de cota de unos 40m aseguraría el caudal de agua, basándose en los principios de gravedad y vasos comunicantes. Este sencillo pero eficaz sistema, sustituyó al complejo y costoso acarreo de agua desde la puerta de los tableros (bab al-Difàf), que se ubicaba en el interior de la ciudad y que además, sólo suministraba agua a la Alcazaba, siendo a todas luces, insuficiente para el nuevo proyecto de la ciudad de poder de la dinastía nazarí.

En su largo recorrido desde la Presa Real y en leve descenso (1-3%), la acequia va sorteando laderas y barrancos por el actual Parque Periurbano, muchos de los cuales han cambiado sensiblemente desde el s XIII. Actualmente su trazado es reconocible en algunos tramos y otros han quedado ocultos o se han perdido. Dependiendo del sitio por donde se produjera el paso de agua, la acequia se formalizaba al aire libre, excavada en el terreno y con un lecho impermeabilizante de launa o bien mediante una bóveda de ladrillo, a diferencia de lo que ocurría dentro del recinto amurallado. Una vez dentro de la ciudad palatina, como regla general, se encauzaba con un lecho y paredes laterales (hombrillos) de ladrillo y una cubierta formadas por unas características piedras planas de pizarra llamadas cobijas.

En las inmediaciones de la Alhambra, la conducción de aguas penetraba en la Almunia Real del Generalife cuya creación y organización espacial está en relación directa con la existencia del paso de agua, atravesando el conocido Patio de la Acequia. Desde aquí se conducía al interior de la ciudad palatina por medio de un acueducto protegido por la Torre del Agua, por donde se ramificaba para dar servicio a palacios, baños, mezquitas, casas, aljibes, albercas, fuentes, artesanías, etc… formando una compleja red de saneamiento y abastecimiento.

Durante el reinado del sultán Muhammad V (1354-1359 y 1362-1391) el caudal de la acequia se dividió en la Acequia del Tercio y la Acequia de los Dos Tercios, con el objetivo de poder regar las cotas por encima de la altura del Generalife. Este pudo ser el origen de los Albercones, un interesante complejo hidráulico de elevación, almacenaje y recreo situado entre el Generalife y la Alhambra.

1. IBN ?IDARĪ AL-MARRĀKUŠĪ. Al-Bayān al-Mugrib fi ijtişār ajbār mulūk al-Andalus wa al-Magrib. Traducida al castellano por Ambrosio Huici Miranda. Tetuán, 1954, p.125.