De viaje a la exposición de Cisneros
Dos piezas de taracea del Museo de la Alhambra parten de viaje para formar parte de la exposición temporal “Cisneros. Arquetipo de Virtudes, Espejo de Prelados”, que se podrá ver en la Catedral de Toledo y conmemora el 500 aniversario del fallecimiento de este cardenal. El trascoro de la catedral acogerá alrededor de 250 piezas procedentes de diferentes puntos de España que mostrarán la figura del cardenal Cisneros (1416-1517) y la época en la que vivió. En palabras del comisario de la muestra, D. Juan Pedro Sánchez Gamero, “esta exposición quiere acercar al visitante al alma del Cardenal; conocerle de verdad: sus ambiciones, sus anhelos?”. Las dos obras cedidas por el Museo de la Alhambra son un joyero nazarí y una arqueta morisca.
Las piezas en el Museo de la Alhambra antes de viajar.
El joyero nazarí del siglo XV tiene un tamaño de 21,70 cm de alto por 27,80 cm de ancho. Está formado por una triple banda de cajones, dos arriba, tres en en el centro y dos más en la parte baja, con una puerta, hoy desaparecida, que cubriría todo este frente y de cuya existencia quedan las improntas de los herrajes que permitirían su apertura y cierre.
Las piezas en la exposición temporal de la Catedral de Toledo.
La pieza destaca por su decoración geométrica hecha con la técnica de la taracea, utilizando hueso, maderas nobles tintadas en diferentes tonos y plata. Los motivos de los marcos reproducen unas espiguillas enfrentadas; este mismo sistema se repite en todos los cajones y crea cenefas. El tema central formado por octógonos que albergan a su vez estrellas también de ocho. Los cajones están provisto de tiradores de metal con doble lóbulo y en la en la parte superior la pieza cuenta con un asa curva que facilitaba su manejo y trasporte. La arqueta morisca es de finales del siglo XV y comienzos del XVI tiene muy pequeñas dimensiones, 11 x 10,5 x 11 cm, y está trabajada con gran delicadeza y refinamiento. Destaca además por su forma octogonal, frente a las más comunes rectangulares o cuadradas. Estructuralmente se compone de dos partes diferenciadas: el cuerpo y la tapa con tirador de bronce para su apertura, unidos entre sí por un sistema de cierre formado por las bisagras posteriores y el cerramiento principal anterior. Su decoración tiene un diseño geométrico organizado en diferentes niveles y con distintos tratamientos en la zona de tapadera, en cada una de las caras del octógono que forman el cuerpo de la caja y en las bandas continuas que delimitan la pieza tanto en la zona superior como en la inferior. La técnica de la taracea no fue exclusiva ámbito hispanomusulmán y antes incluso de la caída del reino nazarí de Granada se conoce la existencia de talleres moriscos que realizaban la labor de taracea en diversos puntos de la península. Esta rica manufactura continuó desarrollándose en los reinos cristianos y son numerosas las referencias a piezas elaboradas con taracea en los inventarios reales, lo que indica la importancia otorgada a estos objetos y el gusto por ellos desde la época de los Reyes Católicos. Las dos cajas se han preparado para viajar a la exposición con todas las garantías de conservación y seguridad, para asegurar la integridad de las mismas. Video del proceso de embalaje de las piezas para viajar.
PEDRO CANO-AVILA / 7 years ago
Si es posible, habrá que verlas en la Catedral de Toledo. Pedro Cano