Cien años para el Patronato de la Alhambra
Cien años para el Patronato de la Alhambra. Tal día como hoy, un 16 de enero de 1914, nació un nuevo Patronato. Os contaré algunas pinceladas sobre cómo se vivió aquel momento histórico.
El 25 de diciembre de 1913 D. Manuel Gómez-Moreno González, presidente de la Comisión Especial para la Alhambra (y del que podemos ver, en la imagen inferior, un retrato de Alejandro Ferrant y Fischermans de la colección del Museo de Bellas Artes de Granada), presentó su dimisión con objeto de propiciar la creación de una nueva institución que asumiera tanto las funciones de dicha Comisión como las del no constituido Patronato de Amigos surgido en el seno de ella.
De esta manera, hace ahora un siglo, nació formalmente un nuevo Patronato de la Alhambra. El Real Decreto fundacional publicado ese día explicaba en su preámbulo la necesidad de ?unificar la dirección y ejecución de las obras? que se venían realizando en el monumento.
Detrás de todo ello existía un conflictivo debate internacional surgido tiempo atrás en torno al patrimonio histórico, los monumentos y los museos, entre conservadores y restauradores, arqueólogos y arquitectos, en Granada personalizado en las figuras del propio Gómez Moreno y el entonces arquitecto de la Alhambra D. Modesto Cendoya (al que podemos ver en el retrato que aparece en la imagen inferior realizado por Gabriel Morcillo y conservado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Granada).
Los restauradores de la época eran fundamentalmente “arquitectos artistas” partidarios de rehacer y completar lo necesario para devolver los monumentos a su estado originario, frente a los llamados “arqueologicistas” que bajo el enunciado “restaurar es otro modo de destruir” defendían la mera conservación que evitara cualquier falseamiento.
El nuevo Patronato de la Alhambra estaba presidido por el diplomático D. Guillermo Joaquín de Osma, que había sido ministro de Hacienda en dos de los gobiernos de Antonio Maura y, poco después, destacaría como gran mecenas de la arqueología propiciando la fundación del Instituto de Valencia de Don Juan en Madrid que tanta vinculación tiene con la Alhambra. El secretario del nuevo Patronato de la Alhambra fue Manuel Gómez-Moreno Martínez y el administrador Manuel Martínez Victoria, abogado y concejal conservador del Ayuntamiento. El organigrama lo completaban ocho vocales: Francisco Aurioles (Alcalde de Granada), el Marqués de la Vega Inclán (Comisario Regio del Turismo), Ricardo Velázquez Bosco (Catedrático de la Escuela de Arquitectura y Académico de San Fernando), Modesto Cendoya, Manuel Gómez-Moreno González (ex-presidente de la Comisión Especial), José Manuel Segura (miembro de la Comisión Provincial de Monumentos) y Diego Marín (de la misma Comisión granadina).
En el marco de descomposición política de la época, el nuevo Patronato no fue bien recibido en la ciudad, llegando a reunirse únicamente el 24 de febrero para su constitución y los días 18, 20 y 22 de abril para acordar sus prioridades. Desde un primer momento Cendoya, consciente del control que se le había impuesto, boicoteó la gestión del Patronato mediante la táctica de ir demorando los proyectos y las obras y propiciando una campaña de prensa paralela acusando al nuevo Patronato de ineficaz y de ocuparse más de las expropiaciones pendientes en el recinto de la Alhambra que de la restauración del monumento. Osma intentó deshacerse, sin conseguirlo, del arquitecto, lo que propició su dimisión el 23 de enero de 1915 desencadenando, tras una alborotada reunión en el Congreso cuatro días después, la disolución del Patronato (Real Orden de 6 de mayo de 1915).
Jesús Bermúdez López
Conservador del Patrimonio Arqueológico del Patronato de la Alhambra y Generalife