El Museo de la Alhambra con mirada de mujer
El compromiso en materia de investigación y educación adquirido por el Museo de la Alhambra ha significado la incorporación del enfoque de género como estrategia para visibilizar las aportaciones de las mujeres a la cultura y el patrimonio, recuperando la presencia, memoria e identidad femenina en la historia desde una mirada inclusiva, reflexiva y transformadora de la realidad actual.
Si bien a través de las colecciones expuestas en los museos podemos acercarnos al conocimiento de los roles de género que rigieron en el pasado y su evolución a lo largo del tiempo, ¿se puede pensar que algunos objetos se identifican unilateralmente con hombres y mujeres? ¿Un arco, un cuenco, una pulsera?
Esta frecuente atribución sexuada deriva en gran parte de los estereotipos sexistas actualmente presentes y de los relatos museísticos sobre las sociedades del pasado que se han construido de forma parcial y desde una perspectiva androcéntrica. No sólo no se han incluido y representado en el discurso histórico a los distintos grupos sociales, de edad y de género, sino que esta disertación ha estado condicionada por una visión que otorga a las mujeres un papel inferior, secundario y una exigua función social en la Historia.
En el Museo de la Alhambra se conservan objetos “anónimos”, tanto comunes y asociados a las actividades más cotidianas ─anafres u hornillos portátiles, cazuelas y marmitas para cocinar, etcétera─, como otros suntuarios vinculados al poder ─caso de excelsas arquetas o joyeros de marfil y madera, lujosos textiles y elementos de adorno personal‒. Sin descartar su atribución al universo masculino, son también huellas de la presencia femenina en la Alhambra, reflejo de las esenciales actividades domésticas que ejercieron y de otras categorías relacionadas con la estética, indumentaria, ostentación social, costumbres y creencias religiosas, etcétera.
Otros ejemplares nos “narran” y a través de elementos epigráficos e iconográficos permiten reconocer hombres y mujeres con nombre propio. Es el caso de un pinjante realizado en bronce con decoración epigráfica, geométrica y floral cincelada. Su diseño es estrellado y, en el centro de la composición, la letra Y de estilo gótico rematada por una corona con tres cruces, símbolo más importante de la cristiandad. ¿Con qué personaje femenino se podría relacionar?
Junto a esta pieza, destaca la excepcional colección de joyas del Museo de la Alhambra. Su estudio desde diversas ópticas es fundamental para conocer la sociedad que las generó y su importancia como medio para establecer diferencias sociales y económicas, o como elementos presentes en determinadas celebraciones tradicionales o festividades familiares. Se custodian pendientes, arracadas, collares, cordones, pulseras, anillos, cuentas… Fueron ejecutados con técnicas muy variadas y en diversos materiales, como metales nobles (oro, plata?), seminobles (cobre, bronce?), coloridas piedras preciosas y delicado vidrio.
La arqueología y el hallazgo de ajuares funerarios junto al estudio de diversas fuentes documentales (jurídicas, religiosas, iconográficas, literarias, léxicas?) resulta imprescindible para su análisis y catálogo.
La colección de instrumentos textiles del Museo de la Alhambra, especialmente dedales, alfileres, husos, pesas de telar, botones, etc. posee también una notable importancia. La vinculación de las mujeres con la colección textil en los museos es innegable, no sólo como portadoras de una variada tipología de prendas específicas de indumentaria, son también como parte activa en su confección y producción.
Entre estos enseres, el grupo más significativo lo conforman los dedales por la variedad de formas, decoraciones y cronologías entre la etapa nazarí y la época moderna.
Aunque hay varios tipos, destacan los dedales de costura. Empleados sin duda en el ámbito doméstico femenino y en la artesanía textil, resulta muy habitual el hallazgo arqueológico de estos ejemplares en las viviendas. Los atribuidos a mujeres son dedales pequeños y de paredes finas, con cabeza cubierta y normalmente abombada. Existe una gran variedad de formas y decoraciones en las incisiones, caso de este ejemplar con un corazón atravesado por una flecha.
Testigos del pasado, guardianes de la memoria, el fondo del Museo de la Alhambra se muestra sin duda como un valioso caudal de información acerca de las mujeres y hombres que vivieron en la Granada del pasado.