El Chapín

Un curioso elemento de la vestimenta hispanomusulmana es el chapín, un tipo de calzado que originalmente se usaba para el baño, de ahí su amplia suela que aislaba del calor y la humedad, y que posteriormente se puso de moda para el uso cotidiano por el lucimiento que su altura proporcionaba. El grosor de la suela protegía de las calles embarradas, aunque andar con ellos resultaba incómodo y obligaba al portador a dar pequeños pasos y caminar lentamente. Existen ejemplos de chapines recubiertos en piel y decorados con hilos de oro o plata, esmalte, cintas o joyas, utilizados por las clases más privilegiadas;  y otros  menos ricos en adornos y materiales, usados por el pueblo llano. Es un tipo de calzado más ligado a la indumentaria femenina, aunque también hicieron uso de ellos los varones y los niños. El chapín no solía colocarse directamente sobre el pie, siendo habitual utilizarlo junto a otro zapato ligero, y se sujetaba por encima del empeine con bridas u orejeras de cuero unidas con cintas. En ese tiempo no había diferencias de hormas, por lo que el calzado se iba adaptando al pie con el uso. En el Museo de la Alhambra se conservan varios chapines de distintas épocas y tipologías, como uno de madera y cuero bordado con hilos de oro, de época moderna; u otro más popular de la etapa mudéjar realizado en cuero y madera y sin decoración. Pero el más conocido es el que se expone en la Sala VI del Museo, un chapín mudéjar encontrada en la Torre de la Vela totalmente recubierto de cuero y dorado, un ejemplar excepcional tanto por su estado de conservación como por su decoración. Este zapato de 18,5 cm de largo  presenta una suela muy elevada, siendo su altura total de 11cm. Dos orejeras con orificios unidas por cordones conforman el cierre. Tanto  la suela como  la parte de recubrimiento superior del zapato está decorada con la técnica del repujado y con policromía en negro. La parte superior externa presenta motivos triangulares alineados en franjas dispersas y repujados, enmarcado todo ello con líneas en negro. En la parte superior interna (donde apoya el pie) la decoración se centra en unos motivos en forma de espirales rodeados de elementos triangulares, alternados por trazos en negro que a su vez están enmarcados por una cenefa. La suela tiene varios niveles de decoración: un primer nivel bajo una cinta negra, con una cenefa de cintas entrelazadas a modo de cordón de la eternidad en negro, enmarcada por hilera de puntos repujados, y un segundo nivel con motivos vegetales semejantes a hojas palmas en negro.Los chapines se usaron hasta el reinado de Felipe V, la moda de los tacones rojos llegada de Versalles propició su declive. Más información en el artículo de Isabel Cambil Campaña: El Chapín del Museo de la Alhambra. � Bibliografía: ? ANDERSON, R. M. “El chapín y otros zapatos afines” Cuadernos de la Alhambra 5, 1969, pp. 17-41. ? ARIÉ, R.. Acerca del traje musulmán en España desde la caída de Granada hasta la expulsión de los moriscos. 1966. p. 103-117; Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, XIII (1965-1966). ? DANVILA, F. “Los chapines en España”, Boletín de la Academia de la Historia, XII, 1888, pp. 330-345. ? MARTÍNEZ RUÍZ, J., “La indumentaria de los moriscos, según Pérez de Hita y los documentos de la Alhambra” Cuadernos de la Alhambra 3, 1967, pp.55-124- MARTÍNEZ RUIZ, J.. Almohadas y calzados moriscos. 1967. p. 289-313; Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 3 y 4. ? OLIVER ASIN, J. “Quercus” en la España musulmana, al-Andalus, 1959, pp. 125- 182.