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DEL PATRONATO DE LA ALHAMBRA Y GENERALIFE

31 octubre 2017

Antonio Fernández-Puertas y el Museo de la Alhambra

En un artículo anterior hablamos de los personajes históricos asociados al Museo de la Alhambra, en esta ocasión continuamos contando la historia del Museo desde el punto de vista de los personas que formaron parte de él conociendo en profundidad a una figura clave en la formación del museo como una entidad moderna: el Dr. Antonio Fernández-Puertas. Antonio Fernández-Puertas nació en Granada en 1950 y desde muy joven se interesó por la lengua árabe y el arte islámico. Estudió Filología Semítica y tuvo como referentes y maestros a Jesús Bermúdez Pareja, director del Museo de Arte Hispanomusulman, y a Félix Hernández Giménez, arquitecto conservador que trabajó en excavaciones y consolidaciones en la Mezquita de Córdoba y Madinat al-Zahra, a los que siempre mostró su gratitud y respeto.  Realizó su tesis doctoral sobre “La escritura cúfica en los Palacios de Comares y Leones” (leída en 1974) bajo la dirección del catedrático Dario Cabanelas, iniciándose a partir de ese momento una fructífera colaboración entre los dos arabistas. Desde el inicio de su formación quedó patente la faceta como investigador del arte musulmán de Antonio Fernández-Puertas. Alumno aventajado, publicó artículos en diversas revistas especializadas incluso antes de terminar su formación reglada. En 1971 aparece publicado su primer trabajo en Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos sobre una “ Tabla epigrafiada de finales de la época almorávide o comienzos de la almohade?, en el que analizaba una tabla de madera del Museo de la Alhambra. Un año más tarde, en 1972, en este misma revista  se publica un estudio otra pieza del museo una “Tabla epigrafiada almohade?. En ese mismo año la  publicación Cuadernos de la Alhambra recoge otro de sus artículos sobre” Braseros hispanomusulmanes?. En esta publicación se estudian, entre otras piezas, una serie de braseros y un pebetero también de los fondos del Museo de la Alhambra. Se inicia así la que sería una larga y fructuosa relación con el Museo, al que se vincula profesionalmente en el año 1974 al ser nombrado, con tan solo 24 años, como conservador- subdirector por oposición. El Museo de la Alhambra, que por que entonces era Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán, estaba dirigido por Jesús Bermúdez Pareja y había iniciado una línea de investigación y estudio de las colecciones, que tuvo como resultado la publicación durante varios años de diversos trabajos sobre los fondos del Museo. A esta labor se sumó Antonio Fernández-Puertas, estudiando en profundidad distintas piezas  significativas de la colección. Un nuevo artículo sobre “Tablas epigrafiadas de época almorávide y almohade” se publico en 1974. A éste le seguirían distintos trabajos sobre piezas del Museo en los que se estudian, por ejemplo, dos candiles de bronce o un incensario de época almorávide, entre muchas otras. fernandez puertas.001 En 1978, tras la jubilación del director del museo Jesús Bermúdez, Antonio Fernández-Puertas obtiene la plaza de director por concurso-oposición, ocupando el cargo hasta el año 1992. Compaginaría esta labor con sus funciones como miembro del Patronato de la Alhambra y Generalife y con sus clases en la Universidad de Granada, primero como profesor asociado y desde 1981 como catedrático de Historia del Arte Musulmán. Antonio Fernández-Puertas  es ademas propuesto como nuevo miembro de la Academia de Historia con el aval de personalidades como José Manuel Pita Andrade, Alfonso Pérez Sánchez o Fernando Díaz Esteban. Con Fernández-Puertas como director del Museo de la Alhambra se inicia un proceso de cambio y remodelación del Museo para convertirlo en una institución moderna y acorde a los requerimientos de los nuevos modelos museológicos, tanto en inventario y documentación como en exposición y mediación. En los años 70 en España se inicia de forma tímida e incipiente un proceso de renovación de los museos que sigue la estela de los avances de la museología internacional. Se empieza entonces a evidenciar la necesidad de impulsar los campos de inventario, catalogación e investigación para ordenar y poner en valor las colecciones y, por tanto, de dedicar a ello recursos y personal. Bajo la dirección de Fernández-Puertas el Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán se convierte en uno de los primeros museos españoles en formar parte de esta corriente renovadora, haciéndose un gran esfuerzo en este ámbito de trabajo. Hasta este momento los fondos del museo se encontraban dispersos por diferentes almacenes ubicados en distintos lugares de la Alhambra, sin un orden ni jerarquía y desconociéndose con exactitud la envergadura de las colecciones existentes. Una de las primeras labores que se acometieron fue la de reunir todas las piezas y almacenarlas, comenzándose un proceso de clasificación científica en el que las piezas eran organizadas cronológicamente, por procedencias, materiales y tipología. Para esta labor los fondos se dispusieron en dos espacios: las piezas significativas y aquellas que formaban parte de la colección expuesta hasta ese momento fueron ubicadas en las dependencias situadas en el piso alto de los Palacios de Comares y Leones. En este lugar se llevó a cabo una clasificación general por salas agrupándose las piezas en grandes grupos como cerámica doméstica, cerámica arquitectónica, vidrio, madera metal y yesería. El resto de piezas se almacenaron en las nuevas edificaciones que se habían construido en la zona de Fuentepeña. El método de clasificación seguido atendió a criterios tipológicos, técnicos y decorativos, cronológicos y de procedencia. En la década de los años 80 también se ubicaron en este lugar gran parte de los materiales de grandes dimensiones (arcos de yesería nazaríes, armaduras nazaríes y mudéjares…), muchos de ellos provenientes de diversas edificaciones y palacios granadinos desaparecidos o destruidos por la apertura de la Gran Vía. En estos años se realiza además un gran avance en el inventario y registro de piezas de la colección, en el que se hace un proceso de estudio y revisión de las más de 4.000 piezas inventariadas hasta ese momento y se duplica el número de nuevos registros hasta alcanzar los 8.192 objetos ingresados en el libro de registro y descritos en las fichas catalográficas. Los trabajos de organización y ordenación de los fondos del museo dieron pie a que se iniciara un periodo muy fructífero a nivel de investigación, con tesinas, tesis doctorales y diversas publicaciones en revistas científicas sobre las piezas del Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán. La colección de cerámica azul y dorada, la cerámica verde, las piezas de Manises, la técnica y decoración de las cubiertas de madera nazaríes y mudéjares, los capiteles hispanomusulmanes, las piezas en piedra, la decoración de yesería o la cerámica fatimí fueron algunos de los temas en los que se profundizaron especialmente en estos años. 1965583_420679794736004_549045727_o El propio director trabajó con diversos temas de estudio como las piezas epigráficas en cúfico, las monedas, los candiles de bronce, los arrocabes, las piezas de piedra de época califal, la decoración de yesería o la carpintería hispanomusulmana. Sus distintas facetas como lingüista, historiador del arte, numismático y arqueólogo le sirvieron para poder profundizar en diferentes ámbitos de investigación. En importante además destacar la labor llevada a cabo por Antonio Fernández-Puertas y David Castillejo en el análisis de formas cerámicas nazaríes, profundizando en los temas decorativos y en las escuelas ornamentales. Durante la etapa de Antonio Fernández-Puertas al frente del Museo se llevó a cabo además una importante labor de restauración de los fondos, en los que es digno de mención la labor de restauración de centenares piezas de la colección de  cerámica fatimí, califal y cerámica dorada nazarí realizados por Natividad Gómez-Moreno. Hay también que destacar la restauración y montaje de más de 17 grandes armaduras, además de una tipología completa de aleros hispanomusulmanes y tirantas realizada por Enrique Nuere en los años 1982, 1989 y 1990. A esto se une el estudio de casi medio centenar de arcos y paños de yesería nazaríes y mudéjares que se llegaron a instalar en lo que iba a ser la nueva sede del Museo Nacional en el edificio de Fuentepeña. También se realizaron nuevas excavaciones en la Alhambra. Las intervenciones en el Cuarto del Mexuar, en Palacio de los Banu Sarray, o en el subsuelo de la sala de Abencerrajes supusieron la entrada de nuevo material al museo. Toda esta labor de inventario, estudio, clasificación y restauración permitió realizar un nuevo montaje expositivo para el museo, adaptando de forma provisional el espacio existente en las dependencias altas del Palacio de Comares. El nuevo montaje entendía ya la necesidad de presentar la colección en función de un recorrido expositivo claro y didáctico, en el que las piezas no se mostraran como entes aislados, sino que formaran parte de un discurso global. Las cartelas explicativas y la información con la que se acompañaba cada objeto permitían además incidir en el carácter pedagógico de esta nueva exposición. En 1992 Antonio Fernández-Puertas deja su puesto como director del museo para centrarse en su faceta como catedrático de Historia del Arte Musulmán en la Universidad de Granada, aunque a lo largo de toda su carrera continuará manteniendo relación con la institución e investigando sobre sus fondos. En 1994, por Orden de 18 de mayo de 1994 para la reordenación de los museos de titularidad estatal adscritos al Ministerio de Cultura y ubicados en la Comunidad Autónoma de Andalucía, el museo hispanomusulmán pasa a denominarse definitivamente como Museo de la Alhambra y a formar parte del Patronato de la Alhambra y Generalife. La rehabilitación del palacio de Carlos V propició que que desde 1995 se trasladará la exposición permanente de  la zona de los palacios nazaríes a la planta baja del ala sur del palacio renacentista donde hoy se ubica. Comienza así la etapa más reciente del museo, en el que se ha continuado creciendo y trabajando para preservar y dar a conocer la mejor colección de arte hispanomusulmán existente.

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  1. Icono avatar

    PEDRO CANO-AVILA / 7 years ago

    Trabajó mucho y muy bien. Pedro Cano Ávila

    Responder

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