Ampolla de vidrio
En noviembre una pequeña, pero no por ello menos importante, pieza de nuestro museo cobra protagonismo: una ampolla nazarí de vidrio que servía para contener esencias. Montserrat Morillas nos ayudará a conocer a través de esta pieza la gran importancia que tuvo para la sociedad hispanomusulmana la utilización de ungüentos, perfumes o aceites. Tanto en el día a día como en fechas señaladas, gran variedad de olores invadían cualquier espacio público, privado o religioso. Además, el uso de perfumes se hará extensible tanto a hombres como a mujeres de cualquier clase social. Las esencias más utilizadas serán las que se obtienen del limón, rosa, violeta, ámbar, almizcle? y el uso de unas o de otras podrá depender de la estación del año, el estado de ánimo o el acto al que se fuera a asistir. Es tal la relevancia que adquiere este tema que será incluido en los tratados de alimentación, higiene y medicina. Por otra parte en el Corán, queda bien claro el amor de Mahoma por los perfumes y se repite en numerosas ocasiones a lo largo del Libro, como cuando se les promete a los creyentes “un paraíso perfumado con grandes ríos, árboles y jardines, y bellas hurís de ojos negros, hechos del almizcle más puro”. El afán por descubrir y disfrutar nuevos perfumes llevará a una intensa búsqueda por los países más recónditos, creándose una verdadera “ruta de las especias”, desde Oriente hacia el Mediterráneo. Se acerca a la sociedad hispanomusulmana algunos tipos tan preciados como la canela, el jengibre, el sándalo indio o maderas perfumadas. Gracias a la importancia que la sociedad le otorgará a los perfumes, empiezan a surgir pequeños recipientes: esencieros, ampollas, perfumeros?, realizados en cristal que según a la persona a la que pertenezca puede estar más o menos elaborado, incluso tallado con motivos geométricos o vegetales y con incrustaciones de otros materiales. Si queréis profundizar más en este tema os esperamos todos los sábados de noviembre a las 12h en el museo.