Quizás lo más destacado de la Alhambra son los palacios que mandaron edificar los sultanes nazaríes. Tras los muros desnudos, carentes de cualquier decoración, que forman el exterior del recinto, encontramos una serie de edificios de sutil arquitectura y frágil y delicada decoración que produce una intensa emoción estética. Son las residencias que los distintos sultanes de la etapa nazarí utilizaron para ellos y su corte.
Tres son sus ámbitos principales, independientes pero comunicados entre sí: Mexuar, Palacio de Comares y Palacio de los Leones.

La visita nocturna permite conocer los Palacios Nazaríes bajo especiales condiciones de iluminación, ofreciendo una experiencia extraordinaria. Se ruega que durante el transcurso de la misma no se utilice el flash, ya que deslumbra a los demás visitantes, causando molestias e impidiendo la serena percepción de los Palacios Nazaríes.

El acceso a los Palacios Nazaríes debe realizarse en el horario indicado en la entrada.

Si desea conocer los jardines y el Palacio de Generalife en estas mismas condiciones, existe una visita nocturna específica para conocer este espacio iluminado y que se desarrolla en el mismo horario.