El paño de sebka R.185 posiblemente fue utilizado como revestimiento de una puerta monumental de acceso al interior de la medina y de los palacios de la Alhambra. Probablemente formara parte de la desaparecida Puerta Real, una puerta que se comunicaba con la Puerta de la Justicia a través de una calle y a través de la cual se llegaba a la Plaza de los Aljibes. Su mal estado de conservación hizo que fuese derribada sobre 1527, pues existía riesgo de desprendimiento y retirarla permitía además abrir y ensanchar la entrada a la plaza. Mucho del material que formaba parte de este pieza quedó diseminado por el entorno, siendo recogido por Torres Balbas y estudiado para poder volver a reconstruir su estado original. Su cronología viene determinada por las similitudes que tiene con la decoración vidriada en relieve de la Puerta de la Justicia, su similar trazado y decoración sitúa este paño sobre mediados del siglo XIV, lo que refuerza la hipótesis de que perteneciera a la Puerta Real o alguna otra puerta monumental. Este paño tiene la particularidad de encontrarse en relieve. En la cerámica arquitectónica nazarí es más habitual la representación bidimensional ya que, a diferencia de otros materiales como la madera y el yeso que son más fáciles para moldear y trabajar los volúmenes, en el caso de la cerámica utilizar un componente tridimensional dificulta el proceso de creación, de ahí que este tipo de soluciones sean menos frecuentes. El uso de este relieve aportaba volumen al paramento en el que se ubicaba, dando un resultado más efectista y cambiando la apariencia de la pieza y del lugar en el que se ubicada en función de la luz y los juegos de sombras que se creaban. A diferencia de los costosos paneles de piedra utilizados anteriormente para aportar monumentabilidad y decoración, este tipo de soluciones empleando cerámica permitía utilizar un material económico como es la arcilla cocida; vistoso por la ornamentación y colorido que se podía generar; y de poco peso, lo que facilitaba su colocación sobre el paramento de piedra. La cerámica vidriada es además un material duradero, por lo que aguanta bien a la intemperie y frente a las inclemencias meteorológicas.
Decorativamente este pieza está formada por una trama de sebka, una retícula romboidal de piezas cerámicas entrelazadas entre sí. En su interior alberga elementos de ataurique vegetal, en concreto una composición formada por hojas de palma enroscadas con una piña central, en tonos verdes y azules sobre un fondo vidriado en blanco. Un encintado doble en tono oscuro enmarca la pieza a modo de alfiz y delimita los trazados romboidales de la sebka. Su decoración nos recuerda a la del panel de azulejos de las albanegas de la Puerta de la Justicia (N.R.1270), también en el Museo de la Alhambra, pues es igualmente un paño de sebka cerámica formado por trazos mixtilíneos en los que se juega con el volumen de la decoración.
El paño de sebka R.185 está compuesto por 144 fragmentos, que fueron los localizados en las excavaciones realizadas por Torres Balbás. Las piezas fueron estudiadas y montadas, recomponiendo los distintos trozos para aproximar la imagen que podría tener el paño completo.
La pérdida de muchos de los trozos que componían la pieza original generaban una serie de lagunas matéricas que dificultaban una lectura completa de la misma, por lo que con motivo de la
nueva exposición de Cerámica Arquitectónica del Museo de la Alhambra, de la que este paño forma parte, se reintegró de forma volumétrica y cromática, permitiendo así poder ver una imagen más completa de la pieza y mejorar la comprensión de la retícula de sebka que la compone.
El criterio seguido para la reintegración de la pieza se basa en los criterios actuales de restauración. Solo se ha reintegrado la parte mínima necesaria para dotar de legibilidad a la pieza y la intervención está realizada con materiales inocuos y reversibles. Además, al aproximarse al paño se distingue perfectamente la parte original de los añadidos.
La reintegración se ha realizado a través de una volumetría simple y plana, que no trata de imitar el volumen de la original, y el color se ha aplicado mediante la técnica del rayado, que desde lejos aporta una imagen global de la tonalidad pero al acercarse se observa la diferencia de textura que delata al añadido.
Este paño de sebka viajó a la Exposición Universal de Barcelona de 1929 y también fue expuesto en la muestra Arte islámico en Granada, que tuvo lugar en 1995. Actualmente forma parte de la exposición Cerámica arquitectónica nazarí que se puede ver en el Museo de la Alhambra.
Bibliografía.
GÓMEZ MORENO, M. Guía de Granada. Granada, 1892, p. 34 GÓMEZ MORENO, M. Cerámica medieval española: cursillo de ocho conferencias. Universidad de Barcelona, Facultad de Filosofía y Letras, 1924. TORRES BALBÁS, L. Paño de cerámica de relieve del museo de la Alhambra. ?Al-Andalus?, 1934 v. II ; pp. 390-391.