Resumen:
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Entre los restas conservados de la Torre Nueva de Zaragoza, demolida en 1892, se encuentran algunos azulejos de artista procedentes de los arrimaderos que revistieron sus estancias interiores. Muestran dos cronologías distintas (1512 a años inmediatamente siguientes, una, y hacia fines del segundo tercio del siglo XVI, la otra), se produjeron en alfares diferentes (obradores toledanos y zaragozanos) y reunen, asociados o separados, dos repertorios ornamentales (uno de tradición islámica y otra renacentista). A partir del estudio de estas piezas se analiza la influencia de los alicatados de la Alhambra en la cerámica de revestimiento arquitectónico aragonesa posterior a la conquista de Granada (1492), proponiendo las posibles vías de difusión de este arte nazarí |