Resumen:
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La ciudad de Granada se extendió por varios puntos, entre ellos la orilla
izquierda del río Darro. No se debe de considerar simplemente una evolución
demográfica, sino más bien como una decisión del poder político o, al menos,
orientada por él. Tanto las fuentes escritas como las arqueológicas permiten
fijar ese ritmo que comienza a partir de los almohades y culmina con los
nazaríes: En ese periodo se asiste al paso de un área rural a otra urbana, si bien
conservando los elementos más propios de la vida agrícola en el interior del
recinto amurallado. |