El pintor valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923) “regresará” de nuevo a la Alhambra el próximo verano con sus “Jardines de luz”, una exposición itinerante que tendrá como escenario tres sedes diferentes: el Palazzo dei Diamanti sede de la Gallerie d´Arte Moderna e Contemporanea di Ferrara (Italia), el Museo de Bellas Artes del Palacio de Carlos V en Granada y el Museo Sorolla de Madrid. Esta mañana, los representantes de las tres instituciones implicadas -María Luisa Pacelli, María del Mar Villafranca y Consuelo Luca de Tena, respectivamente- han presentado en la Embajada de España en Italia este proyecto expositivo que verá la luz la próxima primavera en el Palazzo dei Diamanti en Ferrara (Italia), donde por primera vez se expondrá la obra del artista español.
El acto ha estado presidido por el Embajador de España en Italia, Alfonso Lucini; el Alcalde de Ferrara Tiziano Tagliani y el administrador único de Ferrara Arte, Mario Canella, y ha contado con la presencia de numerosos medios de comunicación italianos y prensa especializada en el mundo del arte, que han recibido este proyecto expositivo con gran expectación.
La exposición, comisariada por un comité de expertos compuesto por Tomás Llorens, Blanca Pons-Sorolla, María López Fernández y Boye Llorens, mostrará la fascinación y el descubrimiento que experimentó el artista en los jardines, afianzado tras su viaje a Andalucía y sobre todo desde su experiencia en la Alhambra y el impacto visual que le causó el manto blanco que cubría Sierra Nevada.
Medio centenar de piezas componen la muestra Sorolla. Jardines de luz para su sede en el Museo de Bellas Artes de Granada, instalado en la planta superior del Palacio de Carlos V, entre las que se encuentran 37 obras del Museo Sorolla de Madrid, 1 del Museo J. Paul Getty, que por primera vez se verá en nuestro país, y 20 cuadros de prestigiosas colecciones privadas nacionales e internacionales.
La exposición reconstruye las etapas del encuentro de Joaquín Sorolla con Andalucía y su cultura milenaria, desde el paisaje de Sierra Nevada, que ofrece material para visiones líricas y cristalinas, hasta la inspiración que le producen los patios y los jardines árabes de la Alhambra de Granada y del Alcázar de Sevilla. En estas composiciones, donde la presencia humana está desterrada, las arquitecturas vegetales, los mármoles, las cerámicas, las fuentes, la luz y los colores cobran vida. El pincel del artista se detiene sobre los reflejos del agua, la luz que disuelve las geometrías arquitectónicas y sobre el mosaico cromático de los jardines.
Sorolla. Jardines de luz está estructurada en siete secciones (La Tierra, La Alhambra, El Agua, El Patio, El Jardín, Los Tipos y El Jardín de la Casa Sorolla) que aportarán, sin duda, un mayor grado de conocimiento en la obra del pintor valenciano, que siguió reflexionando sobre las posibilidades de su pintura hasta los últimos días de vida. La exposición se centra en un momento crucial de la vida creativa del pintor, los años de plena madurez y, en concreto, las obras nacidas de su fascinación por los jardines y de su encuentro con Andalucía, que cala tan profundamente en él que acabará remodelando la poética y el estilo de su obra en sus últimos años.
Tras su visita a la Alhambra, en 1909, Sorolla pinta repetidamente los distintos espacios y jardines de la Alhambra y el Generalife, entre los que se encuentran Torre de los Siete Picos, Patio de los Arrayanes, Mirador de Lindaraja, Patio de Comares o Jardín de Daraxa, fechado en 1917.
En Andalucía, Sorolla, considerado una de las personalidades más fascinantes del panorama artístico español de los siglos XIX y XX, había descubierto una riqueza sobria, llena de poesía, que se plasmaba en los pequeños rincones, en el rumor del agua de una fuente y en el silencio de los patios bañados por el sol. Su jardín, construido en esos mismos momentos, actuaba entonces como transmisor y amplificador de esta metamorfosis.