La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico en funciones, Patricia del Pozo, ha destacado que la recepción de la primera fase de consolidación y restauración del pórtico sur del Maristán cumple con una reivindicación histórica de Granada y los granadinos tras años de espera y promesas incumplidas. Durante una visita al antiguo hospital nazarí, acompañada por la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, y el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico en Granada, Antonio Granados, Del Pozo ha asegurado que esta primera fase, que ha contado con una inversión total de más de 1,3 millones de euros, financiados con fondos europeos FEDER, ha permitido “recuperar el esplendor perdido” del que es considerado el primer hospital nazarí de Europa.
“Atrás hemos dejado ese edificio en ruinas, abandonado y cuyos restos, encima, recubría nada menos que una uralita. Una joya patrimonial que, como muchas otras, ha ido quedando relegada al olvido de las instituciones hasta que llegó el Gobierno de Juanma Moreno”, ha reiterado la titular de Cultura y Patrimonio Histórico.
Del Pozo ha reconocido asimismo el trabajo realizado por el Patronato de la Alhambra y Generalife para sacar adelante un proyecto guardado en un cajón durante años y vital para la ciudad, una actuación que del 25 al 28 de julio se podrá conocer a través de visitas guiadas, coincidiendo con el Día Internacional de la Arqueología. Serán gratuitas y estarán guiadas por el equipo de arqueólogos del proyecto, previa reserva en la página web del Patronato a partir del 11 de julio. En este sentido, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico en funciones también ha adelantado que el Patronato ya trabaja en la segunda fase del Maristán porque, como ha dicho, “es una de nuestras prioridades y así nos comprometimos cuando llegamos al Gobierno andaluz”.
La directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, por su parte, ha incidido en la importancia que tiene recuperar nuestro patrimonio colaborando, al mismo tiempo, en el desarrollo cultural y socioeconómico de un barrio como es el Albaicín, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, junto a la Alhambra. Asimismo, Díaz ha señalado que la recuperación del Maristán supone cerrar un capítulo decisivo de la historia de la ciudad y es una muestra más que es posible sacar proyectos adelante en Granada. “Solo es cuestión de voluntad”, ha remarcado Díaz.
Desde una visión actual, la restauración del Maristán, así como su uso y disfrute en un futuro, supone, en palabras de la directora general del monumento nazarí, además de reafirmar el compromiso de la Alhambra con el barrio granadino del Albaicín, “enriquecer la visión que la ciudadanía y el público visitante obtiene hoy en día de este edificio emblemático, testimonio excepcional del esplendor que adquirió la ciudad hispanomusulmana en el siglo XIV“.
Además, su estratégico enclave, a los pies de la Alhambra, “constituye un factor importante por las posibilidades que ofrece para completar y diversificar la oferta cultural y turística del área declarada Patrimonio Mundial”, ha asegurado Díaz.
El Maristán de Granada se encuentra situado en el corazón del bajo Albaicín, frente al Monasterio de la Concepción y muy próximo a la Carrera del Darro. Fundado por Muhammad V en 1367, es un testimonio excepcional del esplendor que adquirió la ciudad de Granada en el siglo XIV, siendo el único hospital de Al-Ándalus del que se tiene suficiente información.
El edificio se organizaba mediante una planta rectangular articulada en cuatro crujías de dos alturas, simétricas en sus flancos opuestos y precedidas por una galería porticada, dispuesta alrededor de un patio dotado con una gran alberca en la que manaba el agua gracias a las monumentales esculturas de dos leones, hoy custodiados en el Museo de la Alhambra.
En cuanto a la propuesta arquitectónica elaborada en la primera fase, que ha sido ejecutada por la empresa CYRA Construcción y Restauración y dirigida por el autor del proyecto, el arquitecto Pedro Salmerón, ha respondido a una metodología basada en el estudio profundo de las fuentes documentales, la valoración integrada de la información emanada de las campañas arqueológicas y las directrices establecidas por el Patronato de la Alhambra y Generalife. Se ha eliminado la sobrecubierta instalada en 1988 y la estructura de acero que la sustentaba. Ha concluido la consolidación integral y restauración de los restos emergentes del pabellón (muros, pilares, vigas, zapatas y alfarjes) para hacer visible la configuración original del edificio, abierto hacia un patio interior con peristilo, galería y habitaciones distribuidas en torno a estos. La terminación de la cubierta expresa la prolongación futura de los pabellones este y oeste gracias a unos frontones que dejan ver la estructura interior.
También se han recuperado los restos del primer tramo de alberca y los espacios de circulación que la envuelven para contextualizar el pabellón sur en esta misma fase de la intervención y se ha restablecido la funcionalidad estructural de los elementos originales localizados en el pabellón sur para garantizar su estabilidad y conservación. Como novedades, se han incorporado los restos de los hornos de la Casa de la Moneda (siglo XVI) situados en el flanco este del patio, así como los vestigios de unas letrinas de esa época y las evidencias de un acceso medieval hacia la calle Bañuelo. Asimismo, la escalera contemporánea que une las dos plantas se ha ubicado en el ángulo sureste.
Se comprueba durante el desarrollo de las obras una interesante relación con una finca situada al sur del Maristán que probablemente sirvió como huerta y jardín del hospital nazarí y como zona de expansión; la conexión con este uso se manifiesta gracias a un pasillo situado en el eje principal del Maristán. Finalmente se ha abierto un nuevo acceso a la calle Bañuelo que actúa como entrada provisional a la zona restaurada hasta la realización de la fase segunda que permitirá acceder desde la calle Portería de la Concepción.