El Patronato de la Alhambra y Generalife ha intervenido en los enlucidos de yeso de los paramentos del baño de la Alcazaba, con el objetivo de frenar el deterioro que sufrían, principalmente causado por las inclemencias meteorológicas, ya que la totalidad de sus salas se encuentran a la intemperie. Así lo ha asegurado esta mañana la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, durante una visita al baño de la Alcazaba, junto al jefe del Servicio de Conservación y Protección del monumento, Antonio Peral.
La intervención, que ha tenido un presupuesto de algo más de 17.000 euros y un plazo de ejecución de mes y medio, ha permitido, según Díaz, además de consolidar la totalidad de los restos de enlucido que perduran en las diferentes salas del baño, reforzar estructuralmente las zonas de los paramentos que se encontraban en peor estado de conservación. Para ello, se ha realizado una limpieza mecánica de suciedad superficial con brochas y aspiración controlada, y se han eliminado los elementos nocivos mediante bisturí, escalpelo y cepillos de cerda dura, entre otras actuaciones. Previamente, y como ha subrayado la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, además de un levantamiento planimétrico de toda la estructura, para indicar todas las alteraciones y patologías que presentaban, se ha realizado un estudio histórico artístico del espacio.
Construido en el siglo XIII para prestar servicio a la tropa encargada de la defensa inmediata del sultán y la ciudad palatina, el baño de la Alcazaba está adosado a la muralla norte que cierra el patio de Armas. Su organización es similar al de las termas romanas y consta de tres dependencias fundamentales: la zona fría, destinada a vestíbulo, la zona templada y la zona caliente o el baño propiamente dicho.