Huertas
Las huertas resuelven la fuerte pendiente del barranco en el que se asientan, mediante la construcción de grandes muros de tapial que permiten la creación de ámplias terrazas o paratas, originalmente separadas entre ellas por fuertes pendientes. Las acequias se adaptan a la suave pendiente dentro de cada parata y pasan de unas a otras salvando por sus extremos la diferencia de cotas. El paisaje agrícola de las huertas es reflejo de sus valores históricos, culturales y paisajísticos, presentes desde su creación y preservados a lo largo del tiempo.
La Vid en Al-Andalus