Angel Barrios. La Alhambra- París ida y vuelta
Exposición sobre la figura y obra del músico Ángel Barrios. Las obras que componen la muestra forman parte del fondo donado por la familia del artista al Patronato de la Alhambra y Generalife.
Cien años atrás, Ángel Barrios era un joven veinteañero, un músico cuya infancia y adolescencia habían transcurrido en la Alhambra, en la casa familiar de la Calle Real, emplazada en los terrenos que hoy, en parte, ocupa el Museo Ángel Barrios, sede de la exposición que presentamos al público.
Hacia 1907 Ángel viajó a París. Su tarjeta de presentación fue el Trío Iberia de instrumentos populares españoles (guitarra, laúd y bandurria), que el propio Barrios había fundado.
Otros artistas españoles de significada presencia en París y también en Londres introdujeron a Ángel en la gran sociedad artística y en los salones de la aristocracia parisina y londinense de la época. Esos artistas fueron los músicos Isaac Albéniz y Enrique Fernández Arbós, y el pintor Ignacio Zuloaga.
El escultor Auguste Rodin, el pintor Edgar Degas, el también pintor John Singer Sargent y los músicos Paul Dukas y Maurice Ravel, entre otros, formaron el círculo de referencias dentro del cual pudo moverse entonces Ángel Barrios. Excepcionalmente, la misma Corte del rey Eduardo VII de Inglaterra escuchó al Trío Iberia en una velada londinense.
A pesar de todo ello, un granadino criado en la Alhambra como Ángel Barrios no podía olvidar su «rincón». En carta a su padre, fechada en Londres en 1908, Ángel le aseguraba «que no cambio ese rincón por todas las grandezas del mundo», explicándole que «no hemos visto otra Granada ni creo la habrá en el globo». París y Londres «son los centros universales», aunque, afirma Ángel: «Todo esto es superficial, hecho a fuerza de dinero, pero lo nuestro es obra de la naturaleza misma y por lo tanto es artístico».
Tras la experiencia europea de juventud, Ángel se instaló de nuevo en Granada. Su definitiva singladura le llevaría a Madrid, donde vivió los últimos años de su vida. Recordamos ahora aquí, en el que fue su «rincón», algunos hitos de esa peripecia vital.