Lirios en el Patio de la Acequia
Si existe la primavera en el Generalife, en la almunia o casa de campo que mandó construir el sultán Muhammad II a finales del siglo XIII. Ésta época del año nos ofrece una nueva mirada sobre la ciudad palatina. La explosión del color, de la vida que resurge de la tierra fértil, son protagonistas en este tiempo en el que poco a poco vamos diciendo adiós al frío. No me extraña que los sultanes nazaríes se refugiasen en este palacio, construido a distintos niveles para adaptarse al terreno, rodeado de jardines y acequias, para descansar. ¡Es todo un regalo para los sentidos!
Nos encontramos fuera del recinto amurallado, pero tan cerca que hemos llegado hasta aquí caminando, contemplando el paisaje que se divisa desde este punto, más elevado que la Alhambra. A nuestro alrededor nos sorprenden las huertas medievales, en las que se sigue cultivando con los métodos agrícolas tradicionales, transmitidos de generación en generación. Y nos adentramos en el Patio de la Acequia para descubrir el nuevo ciclo de la vida del Lirio, una de las especies que adornaron los Jardines de la Alhambra y el Generalife en época andalusí, y que es nuestra planta del mes.
Su nombre científico (Iris) proviene del griego antiguo, que denominaba a estas plantas por sus pétalos, que recuerdan los colores del arco iris. Egipcios, griegos y romanos utilizaban sus rizomas en medicina y cosmética. Pero fueron los árabes, los que introdujeron su uso y cultivo en España, donde son autóctonas, y desde allí Carlomagno las llevó a Francia, donde se convirtieron en el emblema de la casa real francesa (Flor de Lis).
Sus bellas flores inspiraron poemas… Os invitamos a descifrar este nuevo verso que nos ha traido la primavera: Lirios en el Patio de la Acequia.