El friso epigráfico nazarí de la torre de la Cautiva
Con la finalidad de ornamentar, pero también de proteger la arquitectura de la humedad y del roce, el alicatado nazarí alcanzó una gran profusión y refinamiento. Sin embargo, a pesar de las distintas variantes decorativas empleadas, el alicatado se utilizó exclusivamente para representar temas de desarrollo geométrico. La introducción en la cerámica arquitectónica de composiciones vegetales y epigráficas se realizó a través de otras técnicas, como la incrustación.
Especialista: Paula Sánchez Gómez.
Más información en el Blog de la Alhambra: El friso epigráfico nazarí de la torre de la Cautiva. La técnica de la incrustación en la cerámica arquitectónica.