El Almez
El almez (Celtis australis L.) fue un árbol muy apreciado en la época andalusí, que se cultivó mucho tanto en jardines como en alquerías y propiedades agrícolas. Su presencia estaba ligada a las acequias, cursos de agua, cercados, muros y lindes. Su madera, elástica y flexible, fue muy apreciada en todo tipo de actividades artesanas. Se usaba para fabricar horcas, remos, ruedas y piezas para ingenios con los que elevar o conducir el agua. Se trata, además, de un bello árbol que proyecta una sombra muy fresca en verano y cuyos comestibles frutos (almecinas) alimentan a numerosos pájaros hasta bien entrado el invierno. Es uno de los más abundantes árboles del Monumento, con ejemplares especialmente añosos en las lindes de las Huertas del Generalife, muy numerosos en el Bosque de San Pedro, y de especial tamaño y altura en la Alameda de Gomérez.