Arrocabe Almohade con decoración epigráfica y policromía
Dª Cecilia Puy
Por vez primera se expone esta singular pieza de madera, donde destaca ante todo su talla en relieve a un solo nivel, y su policromía. Es uno de los pocos arrocabes que ha llegado hasta nuestros días con color; quedando restos blancos, negros, y rojos fundamentalmente. Esta viva policromía nos habla del esplendor del arte hispanomusulmán y la plasticidad visual que alcanzarían los artesanos musulmanes en sus trabajos realizados en madera, dotando a la obra de un gran naturalismo. Se conserva un gran fragmento del arrocabe, donde la ornamentación se divide en el espacio reservado para la epigrafía y el relleno vegetal. Encontramos una bella unión entre la poesía y la naturaleza, donde la decoración floral tejerá una trama perfecta alrededor de la escritura. El conjunto se halla policromado de diferente modo en función de su motivo: los fondos en rojo intenso, la epigrafía en negro y la decoración de ataurique en blanco fundamentalmente. Además se utiliza el negro de los contornos como línea de dibujo, que penetran en las formas para simular mayor naturalidad. Estas inscripciones eran normalmente de tipo profano, y se trataban en su mayor parte de dedicatorias y buenos deseos al dueño de la casa (cuyo nombre no encontraríamos) y solían rematarse con las palabras “sean para su dueño”. Se hablará de la importancia tanto estructural como ornamental de estas piezas, que a su vez suponen una gran fuente de conocimiento, ya que, al igual que en las yeserías o alicatados, la epigrafía encierra una fuente de conocimiento importantísima para los historiadores.
Horario: Los sábados a las 12 h
Lugar: Sala III, Museo de la Alhambra, Palacio Carlos V