Alfombras y nudos

En el Museo de la Alhambra existe una amplia colección de textiles de diversas técnicas, materiales y épocas. Hoy conocemos la técnica de nudo empleada en la elaboración de alfombras, un elemento común en el ámbito islámico, que se usaba para vestir las estancias y para crear ambientes más cálidos y confortables. Actuaban asimismo como aislantes térmico para el frío en invierno, ayudando a mantener las estancias más caldeadas y también como aislante sonoro, que amortiguaba las pisadas y reducía el nivel de ruido de una habitación. Además, engalanaban y adornaban el interior de las casas.

Entre los materiales empleados en su elaboración se encuentran la lana, uno los más usados debido a su durabilidad y a sus propiedades naturales; y la seda, para alfombras más ligeras y refinadas. El algodón fue también utilizado, pero solo como material base en los hilos de la urdimbre . Su fabricación difiere de la de los tejidos, pues se basa en la realización de nudos. La estructura de una alfombra se compone de una malla en la que se cruzan hilos verticales (urdimbre) e hilos horizontales (trama). Para fabricar alfombras se amarran nudos sobre los hilos de la urdimbre, afianzándolos a través de los hilos de la trama. El tejedor hace uno a uno cada uno de estos nudos y los va cortando al finalizar para generar el pelo de la alfombra. La forma de realizar estos nudos es diversa, existiendo diferentes variantes. Tres de los tipos de nudos más conocidos son el nudo turco o Ghiordes, el persa o Shenne, y el nudo español o Tak Tari, de tradición hispanomusulmana.

El nudo turco o Ghiordes es un nudo simétrico utilizado fundamentalmente en las alfombras turcas y también es habitual en algunos tipos de alfombras persas. El nudo se realiza recogiendo dos hilos de urdimbre y saliendo por el centro de uno y otro. Este tipo de lazada hace que las alfombras sean muy consistentes y con una gran resistencia. Además tienen  un considerable grosor. Alfombra de nudo tuco en lana y  algodón es esta pieza del Museo de la Alhambra. La composición decorativa se desarrolla en torno a un gran medallón central rodeado de una orla de nubes azules. Ésta encierra una cruz floral rodeada de motivos vegetales. Los espacios que deja el medallón en las esquinas se decoran con otros medallones sesgados con motivos vegetales bajo un fondo verde. Finalmente todo el campo se enmarca por tres cenefas: una de flores rojas y amarillas sobre un fondo azul, otra de mayor grosor con zafates unidos entre si decorados con claveles  alternos en rojo, azul y verde, y otra de motivos florales en un fondo rojo. La alfombra se ha datado en el siglo XVIII -XIX. Según  Manuel Casamar estas alfombras anudadas a mano provenían de Ushak, en Anatolia, en el oeste de Turquía, donde el estilo de medallones de inspiración persa fue celebre durante los siglos XVI y XIX, entrando en decadencia alrededor de 1850.   El nudo persa o Seneh: es utilizado en las alfombras persas. Para realizarlo el hilo abraza una urdimbre y pasa por detrás de la siguiente, sin girar en torno a ella. Las alfombras hechas con este técnica son más finas y tienen un menor grosor que las alfombras turcas. Este tipo de anudado se puede observar en la conocida como alfombra del Generalife, una pieza de origen mameluco del siglo XV usada en la Granada nazarí quizá como consecuencia del comercio de objetos de lujos (MARINETTO.2004).  Esta alfombra se conserva troceada en varios fragmentos, con otros tantos perdidos. Uno de ellos se encuentra en el Museo Arqueológico de Granada y otros dos en el Instituto Valencia de Don Juan. El nudo español o Tak Tari se usa desde época hispanomusulmana. Su técnica se basa en anudar un solo hilo de urdimbre, cruzando por detrás y volviendo al frente abrazando por los dos lados de la urdimbre. Se diferencia del nudo persa y turco en que en los dos anteriores el nudo se realiza sobre dos hilos de urdimbre, sin embargo en esta modalidad se anuda únicamente sobre uno. Un ejemplo de alfombra de nudo español es esta pieza de la colección del Museo de la Alhambra realizada en el siglo XIX. Presenta forma rectangular realizada en lana y algodón en rojo, negro y blancos, con flecos en los extremos inferior y superior. La composición decorativa se organiza en tres bandas verticales que desarrollan motivos repetidos de jarrones con grandes flores en rojo con algunos detalles en blanco sobre un fondo negro. Estos aparecen flanqueados por parejas de aves y jarrones de pequeño tamaño. Enmarcando la composición se presenta una gran cenefa en zigzag con ramilletes de tres flores. En una de las esquinas de esta cenefa se encuentra un detalle singular, una pequeña ave que rompe  la composición floral. En función del tipo de nudo y del material empleado las alfombras tendrán unas características u otras. El algodón se usa únicamente para la estructura de la alfombra o trama, mientras que la lana y la seda se pueden usar para crear la trama y la urdimbre o solo para crear el pelo en esta urdimbre combinándose con el algodón en la trama. Cuantos más nudos tenga una alfombra de mayor complejidad y calidad será, siendo evidentemente necesario realizar más anudaciones en tejidos finos como la seda que en tejidos gruesos como la lana. BIBLIOGRAFÍA