El Patronato de la Alhambra y Generalife rinde homenaje a Luis Rosales con motivo del centenario de su nacimiento, con la reedición de un videolibro, en el que se rememora la visita que el poeta granadino hizo a la Alhambra en 1982. La directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, ha presentado esta mañana el acto, en el Palacio de Carlos V, junto con el director general del Libro de la Junta de Andalucía, Julio Neira, el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, Pedro Benzal y Luis Rosales Fouz, hijo del poeta.
El homenaje ha continuado con un recital de alguno de sus poemas de Rosales, en los que han participado el director del Festival Internacional de Poesía, Daniel Rodríguez Moya; el poeta Javier Bozalongo, la periodista Brígida Coín, el profesor José Miguel Castillo Higueras y el hijo del poeta granadino. Finalmente se ha proyectado una secuencia del videolibro.
El libro-DVD La Alhambra, donde aparecen imágenes de una videograbación, dirigida por Eduardo Noé con música de Ángel Arteaga, narra la visita que Rosales realizó al Monumento nazarí cuando tenía 60 años y en la que puso texto y voz el poeta granadino. La obra se presentó en la primavera de 1982 en la Madraza de Granada.
Para María del Mar Villafranca, este trabajo “nos devuelve a las más personales vivencias del poeta. La Alhambra, que ha sido inspiración para artistas plásticos, músicos y literatos, también está presente en la obra de Luis Rosales, que encontró en sus paisajes, sus sonidos y sus sutilezas el perfecto estado de ánimo para la elevación poética”.
Fue sin embargo cuando había cruzado el umbral de los setenta años, cuando le llegó “la cita tardía”, un postrero encuentro con la Alhambra que le hizo soñar mundos lejanos. Como en tantas otras ocasiones, Rosales “nos guía en este videolibro por el universo alhambreño” a través de su verso y su prosa, ocasión única ésta al acompañarse de su serena voz que revela un referente artístico y natural imprescindible en el imaginario del poeta y se convierte en registro sonoro y privilegiado archivo de la palabra del escritor.
Para Luis Rosales Fouz, hijo del poeta granadino, este trabajo recupera “la memoria de mi padre, sus recuerdos y sus vivencias. Para él, no había un monumento más bello que la Alhambra, su poesía siempre estuvo ligada a este lugar único”.