Los juguetes encontrados en la Alhambra
Este tipo de piezas son el ejemplo material de la vida cotidiana en la ciudad palatina de la Alhambra y en el entorno del sultán que nos muestran como, junto a la administración del sultanado y los actos oficiales y protocolarios, hay una vida familiar de los miembros de la corte.
Este grupo de figuritas de bulto redondo se relacionan con determinadas fiestas populares del calendario musulmán, el nayrūz o nawrūz, de origen persa , que aunque debía de celebrarse el primer día del año solar persa tendió a coincidir la fiesta cristiana de la Epifanía y con la costumbre de hacer regalos.
Se sabe que el qāḍī de Córdoba Ibn Rušd, abuelo de Averroes y el jurista Ibn al-Munāṣif (1169-1233), condenaron la costumbre de fabricar juguetes en forma de animales, y posiblemente fueran estas piezas las que se hacían con motivo a esta festividad.
Los juguetes conservados están modelados fundamentalmente en barro y pueden mantenerse en un acabado sin vidriar o vidriados con detalles pintados e incluso con aplicaciones decorativas .
La variedad de motivos es muy rica. Desde formas humanas a la representación de una gran diversidad de animales. En algunas piezas se une un silbato e incluso algunos funcionan como silbatos de agua reproduciendo el sonido del canto de un pájaro.
La representación de caballos con o sin jinete es la más frecuente y variada . Aparecen desde un modelado muy sencillo y sin vidriar, a los vidriados y decorados. Algunos ricamente ataviados con sus jaeces adornados y jinete sobre montura.
La variedad de animales modelados muestra animales acuáticos, como peces, gallipatos, tortugas…. animales que estarían presentes en las albercas de palacio: reptiles como serpientes; también hay leones, osos, gallos, perros, gacelas, dragones, e incluso monstruos.
La representación de figuritas de animales y silbatos, será una tradición mantenida de antiguo en el área mediterránea desde el periodo prehelenístico y la antigua Grecia que se extiende en el tiempo hasta la actualidad, en la que vemos puntos de fabricación tradicionales y directamente influidos por estos juguetes nazaríes, como son el torito de Guadix y las campanas de los facundillos en Granada, los jinetes de Andújar en Jaén, las figuras de Barcelos y Estremoz en Portugal, los silbatos de agua de Salvatierra de Barros (Badajoz), el toro de cuenca o los siurell de Baleares, por ejemplo.
Otro grupo, muy diferente de juguetes, reproduce una tipología completa de la cerámica nazarí en miniatura, con unas medidas entre 2 a 5 cm. Reproducen fielmente la vajilla que se encontraba en la casa, en torno a la cocina, almacenamiento y mesa, reflejo directo de aquellos que las mujeres usaban en la cocina familiar y palaciega. La similitud se refleja en el uso de tipo de arcilla cuidado en cada pieza, su técnica de elaboración y torneado, así como en el acabado con o sin vidriado y decoración, incluso con la utilización de colores blanco, azul y dorado, tal y como estarían presentes en la corte y mesa del sultán. La similitud con las piezas de tamaño normal nos apuntaría a que estas piezas fueran hechas por los mismos artesanos que realizaban las vajillas de uso común y dirigidos a los miembros más pequeños de la familia para ser utilizados como juguetes.
Entre ellos se conserva un rico repertorio de enseres de cocina con un su tamaño pequeño que ha favorecido a llegar en mejor estado de conservación a los de tamaño normal. La colección de piezas cubre todos los usos necesarios, como son: el almacenamiento (cantaros, tinajas…), cocina (anafres, cazuelas, ollas, tinajas…), y mesa (safas, jarras, jarros botes..), e incluso objetos de uso cotidiano en la casas, como son los candiles.
Autora del artículo: Purificación Marinetto Sánchez. Jefa del Departamento de Conservación de Museos del Patronato de la Alhambra y Generalife.