HABITACIONES DEL EMPERADOR
En el contexto de adecuación del palacio islámico a sus nuevos usos cristianos se entienden las habitaciones que se construyeron en época cristiana en lo que era conocido como el prado, cercano a la “Sala de Dos Hermanas”. En ese espacio se proyectó la construcción de una serie de habitaciones que unían el Palacio de los Leones con el de Comares. La construcción de estas habitaciones está atribuida a la época de Carlos V aunque algunos investigadores han señalado unas posibles intervenciones en la época de los Reyes Católicos.
A pesar de estos cambios visuales, hay que tener presente que las nuevas edificaciones se proyectaron de una manera integrada con el resto de estancias nazaríes ya que se adaptan y adecuan sin necesidad de buscar una simetría en la disposición espacial. Las nuevas salas se organizaron por medio de un corredor internamente comunicado y en torno a un patio irregular, abandonándose las formas de disposición islámica basadas en cédulas independientes en torno a un patio y por tanto transformándose la comunicación entre las estancias.
En estas habitaciones que se elevaron para Carlos V sería donde permaneció el insigne escritor norteamericano Washington Irving. Y para recordar a uno de los intelectuales que interpretaron y dieron a conocer de manera internacional una imagen de la Alhambra, se ha mantenido el nombre y la memoria de estas estancias como las habitaciones de Washington Irving.
“Nada puede ser más favorable para mis estudios y ocupaciones literarias que mi actual residencia. Tengo una habitación en uno de los sitios más apartados del viejo palacio… No siento otra cosa que el ruido del agua y el canto de los ruiseñores” (Washington Irving)