Yamur del alminar de la mezquita de Almanzora en el Albaicín
El yamur del Museo de la Alhambra es una pieza de bronce de 163,5 centímetros de altura que se usó como remate del alminar de la mezquita aljama de Almanzora en el Albaicín. Fue construida bajo el reinado del rey Badis en la dinastía zirí, que se extendió entre los años 1038-1073.
La palabra yamur procede del árabe hablado en Marruecos y sirve para designar al extremo del mástil de una nave, aunque el término no es aceptado por algunos filólogos. Sí es cierto que la palabra era usada en occidente para denominar la barra con la que se solía rematar el alminar de una mezquita. Y que estaba decorada por una serie de esferas de distintos tamaños, cuyo número puede variar entre dos, tres o cuatro esferas, aunque el número tres es el más frecuente como el caso de este yamur y como también ocurre en el que remataba el alminar de la que hoy es iglesia de San Juan de los Reyes en Granada.
Por desgracia, se han conservado pocos ejemplos de yamures en España, y muchos de ellos han sobrevivido gracias a que se han reutilizado añadiéndole una veleta a modo de remate. Se han preservado, además, porque han sido reubicados de nuevo sobre los campanarios que sustituyen a los alminares que había originalmente junto a las mezquitas.
Este yamur en concreto está formado por una base troncocónica de la que sale un vástago en el que se insertan tres esferas de tamaño decreciente realizadas en dos semiesferas de bronce soldadas, separadas por otras dos esferas más pequeñas. El conjunto finaliza en un elemento decorativo con forma de bulbo. Los elementos originales de la pieza tienen una cronología que data del siglo XI, ya que como hemos comentado la mezquita a la que pertenecía se construyó bajo el reinado del rey Badis.
Esta pieza fue reutilizada en época cristiana por lo que su estructura se modificó. El vástago se alargó hasta llegar a una altura de 4 metros y 23 centímetros y se remató por una banderola de hierro calada. La imagen que tenemos hoy es la de la pieza restituida a la que debió ser su forma original ideal, en la que un eje central es atravesado por las esferas, colocándose un remate bulboso en la punta del mástil. Este, junto con el yamur de Alcolea y el de Pedroche, es uno de los mayores conservados en al-Andalus.
El yamur debió ser removido a partir del año 1531, momento en que se demolió la mezquita de Almanzora para construir la iglesia renacentista que diseñó Diego de Siloé. Aunque la tradición suele hablar de que el campanario actual es un alminar reutilizado, lo cierto es que posiblemente solo sean originales la cimentación y el basamento y que el resto sea una construcción de época Moderna, levantada entre los años 1561 a 1563.
Llaman la atención los agujeros y abolladuras que presenta. Muchas veces se ha especulado con que pudiesen ser daños sufridos durante la Guerra Civil, pero lo cierto es que el armamento usado en ese momento habría causado mayores desperfectos. Hay que retrotraerse a la Guerra de la Independencia contra los franceses para imaginar que posiblemente los orificios de entrada y salida que presenta y las abolladuras pertenezcan a algunos intentos de acertar en este blanco desde la distancia. A pesar de estos avatares históricos, el estado de conservación de la pieza es muy bueno.