El cedro
El cedro es una conífera de porte piramidal, que puede llegar a tener hasta 60 m de altura y vivir hasta los mil años. El cedro era bien conocido en el Mediterráneo desde muy antiguo (la Biblia lo menciona en la construcción del primer templo de Jerusalén). Su madera no sólo se utilizaba para la construcción sino que además se destilaba para obtener un aceite esencial de agradable olor, muy apreciado en perfumería, usado también para repeler insectos, y que tenía magníficas propiedades antisépticas. A pesar de todo ello los tratados agrícolas de época andalusí no lo mencionan de forma expresa. Esto induce a pensar que su cultivo en esa época debió ser muy escaso o nulo. Será tiempo después, a partir del siglo XVIII y gracias en gran parte a su uso en los jardines paisajistas ingleses, cuando se convertirá en una de las especies por excelencia del jardín. Desconocemos cuándo se introdujeron por primera vez en la Alhambra. Si sabemos que el más viejo cedro del entorno se encuentra en el taller de Cantería, junto al Carmen de los Mártires, con 22m de altura y 450cm de perímetro de fuste, y que data aproximadamente de 1880. Sin embargo hoy destacamos los dos cedros del jardín del Parador Nacional. Este palacio nazarí, convertido a convento de San Francisco en 1494, desamortizado y abandonado en 1835, fue rescatado por Leopoldo Torres Balbás entre 1927 y 1936 para ser convertido en residencia de pintores paisajistas; época de la que proceden estos dos magníficos árboles [Cedrus deodara (Roxb.) G.Don.].