Durante los tres meses que la Alhambra ha permanecido cerrada al público, el Patronato de la Alhambra y Generalife, dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, y siguiendo todas las medidas de seguridad e higiene que marca la legislación en Prevención de Riesgos Laborales y específicamente para el Covid-19, ha realizado una veintena de actuaciones en el Conjunto Monumental. Así, además de inspeccionar los ascensores y plataformas elevadoras, se ha pintado el interior de la Torre de la Vela y la escalera del agua, en el Generalife, así como algunas dependencias del Conjunto Monumental. También se han limpiado los tejados de los Palacios Nazaríes y las albercas del patio de Comares y el Partal, se han colocado mamparas en las oficinas del Patronato y se ha reforzado la instalación eléctrica en el Corral del Carbón.
Igualmente, desde el servicio de Conservación del Patronato de la Alhambra y Generalife se han revisado los elementos decorativos del Conjunto Monumental como yeserías, alicatados y mocárabes, y en la fuente de los Leones se han eliminado los morteros en mal estado y se han aplicado otros nuevos, recolocando las bocas metálicas desviadas. La restauración de madera se ha centrado en la fijación de la policromía de la armadura del Cuarto Dorado y en la limpieza de la puerta principal del Salón de Embajadores y la del pabellón norte del Generalife.
Con su reapertura, el próximo miércoles, la Alhambra, además de una nueva señalización, tanto vertical como horizontal, que guiará al visitante por la ciudad palatina, estrenará un nuevo sistema de acceso para ganar en transparencia y seguridad, que permitirá al visitante entrar al monumento mediante la simple lectura de su documentación identificativa y personal (DNI o pasaporte), aunque siempre hay que llevar la entrada con el código QR en formato físico o digital (incluidos los menores de 12 años).