Ataifor Califal
Existe una idea, ampliamente extendida, de que el Islam prohíbe expresamente la representación de figuras humanas y animales. Bien es cierto que hay una clara predilección en el arte islámico por los motivos ornamentales, tales como la decoración vegetal o geométrica, pero aunque la representación figurativa no forma parte del repertorio habitual, hay ejemplos de la misma en todas las épocas, en todas las regiones y sobre materiales diversos como la cerámica, la piedra, el metal, los tejidos o la eboraria. Estas representaciones, ausentes de los espacios sagrados, se localizan en ambientes profanos y de carácter áulico, siendo la Alhambra ejemplo de ello.
En el Corán no aparece de manera explícita la prohibición de utilizar en el arte representaciones figurativas, sin embargo, sí queda reflejada la idea de Dios como único creador, lo que probablemente motivó una estilización de las figuras antropomorfas y zoomorfas para evitar que pretendieran imitar al elemento real.
Pero en la última etapa nazarí, y más en concreto desde finales del reinado del sultán Mu?ammad V (1338-1391), está presente en algunas representaciones una cierta tendencia naturalista que contrasta con esta preferencia hacia la abstracción figurativa propia del arte islámico. Las pinturas sobre cuero de la Sala de los Reyes de la Alhambra es el mejor ejemplo de ello, pero también se puede observar en unos azulejos vidriados, algunos poco conocidos, que forman parte de la colección del Museo de la Alhambra.
En esta conferencia se analizará el uso, la técnica y la procedencia de estos azulejos figurativos, así como las interesantes iconografías que en ellos se representan. A través de varias piezas significativas, actualmente expuestas en el Museo, se profundizará en el porqué de estos originales y pocos frecuentes motivos. También se conocerá el contexto histórico y cultural que hizo posible estas concesiones, no presentes en periodos anteriores, y que propició la producción de piezas cerámicas de este tipo.