Exposición Reflejos de Egipto, la colección de cerámica fatimí en el Museo de la Alhambra

El 18 de mayo de 2017 fue inaugurada la Exposición Reflejos de Egipto. La colección de cerámica fatimí del Museo de la Alhambra, organizada por el Patronato de la Alhambra y Generalife. La exposición podrá visitarse hasta el 5 de mayo del año 2018 en el palacio de Carlos V, en la Sala VII del Museo de la Alhambra (planta baja), Exposición Permanente del Museo. A través de esta completa exposición podrás contemplar 80 piezas de cerámica dorada del período fatimí procedentes de Egipto. Se trata de una muestra expositiva del origen de la llamativa y peculiar cerámica dorada nazarí y los Jarrones de la Alhambra. Esta peculiar cerámica se caracteriza por los distintos motivos decorativos en color blanco, azul y dorado. Su contexto cultural se remonta a la Edad Media de Egipto. La mayoría de estas piezas cerámicas fueron halladas en Fustat. Entre los años 869 y 883 se produce la rebelión de los eslavos en el sur de Mesopotamia con las graves consecuencias de la pérdida de Bagdad. Se piensa que por este motivo los alfareros se vieron obligados a trasladarse y comenzar una nueva etapa en la tierra de los faraones, sin ser obstáculo para que continuasen modelando la cerámica con una técnica cuidada, detallista y elaborada, tal y como estaban acostumbrados en su tierra de origen como medio de vida. De este modo, Egipto se convierte en uno de los principales transmisores de la cerámica dorada al Cercano Oriente. �

� La muestra, que nos recuerda la decoración y formas mesopotámicas, conlleva un proceso evolutivo de gran rigor técnico. Tal y como se detalla en la información que podemos encontrar en la propia exposición: el material utilizado para su elaboración es arcilla depurada con la finalidad de poder obtener una masa fina que permita el modelaje a torno. Una vez modeladas las piezas se dejan al aire para que se oreen y posteriormente se introducen en el horno a una temperatura de 800°. Por último, se les da una capa impermeable blanca para tapar el color del barro y se procede a la decoración y aplicación del dorado. El dorado se logra mediante una mezcla de cobre, hierro y plata sulfurados, consiguiendo distintas tonalidades de dorado, según el procedimiento llevado a cabo. Los distintos tipos de dorado nos sitúan en el tiempo. En el caso de piezas decoradas en dorado policromo, son muestras realizadas en los tres primeros tercios del siglo IX y se caracterizan por la utilización de temas geométricos y vegetales. Sin embargo, si están decoradas en dorado monocromo, nos denota que son ejemplares del último cuarto del siglo IX en adelante, donde a diferencia de las anteriores, aparece pintada de forma esquemática la figura humana y los animales. El recorrido no dejará indiferente al visitante que quedará asombrado de los dibujos y la atrayente viveza del color dorado que presentan las distintas piezas de cerámica con decoración vegetal, animal y epigráfica, como los ataifores y escudillas, entre otras muestras del siglo X y XI, con una mención especial para el destacado ataifor fatimí del Elefant. La exposición, de entrada gratuita y situada en el palacio de Carlos V, tiene el siguiente horario de verano (del 1 abril al 14 de octubre), de miércoles a sábados de 8.30 a 20.00 h y de domingos a martes de 8.30 a 14.30 h. En horario de invierno (del 15 de octubre al 31 de marzo), de miércoles a sábados de 8.30 a 18 h y de domingos a martes de 8.30 a 14.30 h. Más información en el Museo de la Alhambra. � Texto y fotografías realizadas por: Gonzalo De Lázaro Gonzalo (asesor técnico del Servicio de Investigación y Difusión) Alejandro Daza García (experto en arquitectura y patrimonio)